A las 21:00, del miércoles 7 de diciembre, cinco sujetos que simularon ser clientes, pidieron una carrera desde el centro al sector de Shuyurco, al sur de Ambato, pero en ese trayecto aprovecharon para someterlo y raptarlo.

En el mismo taxi condujeron hasta un sector abandonado en Moraspungo, donde encerraron en una vivienda al propietario y desde ahí, con dos celulares llamaban a los familiares.

Los delincuentes pedían 10 mil dólares por la liberación y sino lo hacían iban a enviar mutilado al agremiados. Por miedo a que cumplan la amenaza los familiares pensaron en cancelar. Sin embargo, decidieron pedir ayuda a la Policía Nacional.

Los familiares y directivos de la Unión de Taxis de Tungurahua colocaron la denuncia y la Unidad de Antisecuestros y Extorsión (Unase) se encargó del resto.

El subteniente Johan Olivo de la Unase, mencionó que una vez que contactaron la ubicación del taxi y de dónde surgían las llamadas de inmediato empezó el operativo. Los malhechores al percatarse de la presencia de los policías embarcaron a la víctima en su taxi y huyeron. Después de intensa persecución lograron la captura de dos, tres lograron escapar. El operativo de efectuó la tarde del jueves.

El viernes a las 17:30 el taxista se volvió a reencontrar con sus familiares. "Es una nueva oportunidad de vida. Dios guío a los policías y estoy muy agradecido porque no me abandonaron y me salvaron", expresó.

De su parte el coronel Jorge Luis Garcés, jefe de la Zona Tres de Policía, mencionó que la denuncia oportuna les permitió trabajar de manera coordinada para lograr un rescate exitoso.