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Este año, los policías especializados en explosivos han tenido harto ‘camello’.CHRISTIAN VASCONEZ / EXTRA

El 'pum' de explosiones está de 'moda' en Guayaquil

Según expertos, las bandas reclutan a gente que conozca de explosivos, o se capacitan con pillos del extranjero para armar artefactos artesanales.

El estallido mortal ocurrido en la denominada Calle 8, al sur de Guayaquil, fue el reciente capítulo más trágico de la ‘novela’ violenta que se desarrolla en la ciudad. En esta trama de horror, los artefactos explosivos han tomado protagonismo como villanos.

Contando esa explosión, la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) registró 112 eventos relacionados con explosivos, entre enero y agosto de este año. Pero luego hubo, al menos, dos casos más. Uno fue el hallazgo de un hula-hula que contenía elementos detonantes, en el Guasmo. Y este jueves estalló un objeto en una vivienda de la Floresta.

Casos como estos le ‘ponen los pelos de punta’ a la ciudadanía, que demanda acciones de las autoridades para frenar esta serie de situaciones.

“Lo que más nos preocupa es la capacidad que están teniendo (los implicados) para construir estos elementos de manera casera. Estos son aficionados que han aprendido desde la ciencia, desde la química. Utilizan elementos caseros, como acetona y otros”, indicó el lunes en una entrevista televisiva el ministro del Interior, Patricio Pazmiño.

Para Stalin Sacoto, experto en seguridad y técnico en explosivos, el que haya actos delictivos de este tipo requiere que la Policía fortalezca y mejore su respuesta ante amenazas de bombas y las labores criminalísticas para determinar qué tipo de masa explosiva se está empleando.

Esos no son los únicos puntos que se deben afinar. A su criterio, para evitar más tragedias como la de la Calle 8, que dejó 5 fallecidos y 20 heridos, hay que apuntar hacia el origen de los artefactos que emplean las bandas criminales para armar los objetos detonantes.

Preliminarmente se informó que en la explosión de la Calle 8 se utilizaron explosivos artesanales.

Sostiene que se necesita más control en las fronteras, en las canteras y en las minas. De estos sitios los criminales obtienen elementos que luego usan para fabricar explosivos.

Regularmente ocupan los iniciadores, es decir aquellos elementos que sirven para empezar una detonación. Estos los combinan con otros componentes químicos, capaces de generar una explosión.

“Normalmente consiguen los iniciadores de manera irregular, de contrabando, en la minería, en las canteras, o en pertrechos militares que hayan sido asaltados”, detalló.

Finalmente, indicó de qué forma los pillos adquieren el conocimiento para elaborar estos artefactos: reclutan a gente que conoce del asunto. “Alguien que tuvo relación directa con la minería, o con alguien del departamento de armamento de las Fuerzas Armadas, o de la Policía, que sepa de explosivos”.

Sin embargo, según el análisis del también experto en seguridad, Abraham Correa, las bandas incluso son capacitadas por agrupaciones delictivas de otros países que mucho antes de Ecuador han tenido atentados con explosiones.

Correa mencionó que estos ‘profes’ del mal son principalmente de México, donde reinan los carteles de droga, o de Colombia. Pero acotó que en el caso de los terroristas ‘criollos’, aún les pasa ‘factura’ la inexperiencia.

Como ejemplo citó el caso de los tres hombres muertos en un cerro de Daule el 20 de mayo, por una mala manipulación de explosivos, cuando al parecer pretendían hacerlos detonar en la ‘Peni’, a través de drones.

ÚLTIMO CASO 

Este jueves, a la medianoche, criminales lanzaron un artefacto sobre el techo de una casa en el sector de la Floresta, en el sur del Puerto Principal. El domicilio resultó afectado por este ataque, mientras que un vehículo también quedó con daños.

El informe policial al que tuvo acceso EXTRA indica que luego hubo una persecución al carro de los sospechosos. Una mujer y dos hombres fueron detenidos.