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Familiares del muchacho llegaron al sitio donde lo encontraron muerto.miguel laje

Milagro: joven de 21 años apareció muerto dentro de un saco

El chico había salido a trabajar pero desapareció. Lo encontraron maniatado dentro de una gran bolsa que estaba en un sitio desolado.

Cuando María Ruiz llegó a la morgue de Milagro, tenía la esperanza de que el cuerpo que iba a observar, no sea el de su hijo. Sin embargo, sus gritos desgarradores que se escucharon durante el reconocimiento, confirmaron su muerte.

“Él me dijo que se iba a trabajar, yo le dije que no salga, pero igual se fue”, repetía entre lágrimas, mientras allegados trataban de consolarla. Después de unos minutos y acompañada de otro joven, la angustiada madre se retiró del cementerio general para acudir a la Fiscalía y pedir información sobre el asesinato de su hijo.

LO ENCONTRARON ENSACADO

Pero la Policía poco o nada es lo que sabía hasta ese momento, sobre lo que le habría ocurrido al joven de 21 años, pues lo encontraron maniatado de pies y manos, con una cuerda en su cuello y metido en un saco. Sus verdugos lo habían abandonado en un camino de segundo orden, junto a unos canteros del recinto El Edén, en Milagro.

En ese sitio, desolado y oscuro, la víctima mortal permaneció, según los vestigios, durante unas ocho horas. El hallazgo fue reportado por unos agricultores que llegaron, antes de las siete de la mañana de este lunes, a realizar trabajos de fumigación.

LO CONFUNDIERON CON BASURA

William Negrete es uno de los moradores de la zona y fue quien alertó a las autoridades policiales. “Pensábamos que era basura, pero al verlo bien, nos dimos cuenta que era un cuerpo que estaba metido en el saco. Estaba amarrado, no había sangre y parece que lo han venido a dejar botado nomás aquí”, dijo el agricultor.

En la morgue, familiares esperaban la salida del cuerpo.extra

Según los moradores, este es el primer caso de esa naturaleza que se registra en la zona y aseguran que se sienten desprotegidos, pues casi a diario se registran asaltos a familias cercanas que se dedican a la agricultura.

En cuanto al hallazgo, nadie conocía a la víctima y las autoridades policiales no encontraron documentación alguna para poder identificarla. La única pista que tenían eran los tatuajes en los brazos y piernas, pues eso fue lo que sirvió, poco tiempo después, para que la familia supiera que se trataba de Kevin Ortiz Ruiz, el quinto de seis hermanos.

Una vez identificado el cuerpo, las investigaciones apuntan a determinar dónde estuvo por última vez y a qué trabajo salió, pues su mamá, no precisó cuáles eran las actividades a las que se realizaba su hijo.

El jefe de la Dinased, Subzona Guayas, Marcos Proaño, indicó que el cuerpo estaba junto a un poste de alumbrado público, a unos 25 metros dentro de los sembríos de caña de azúcar.

El fiscal Modesto Freire por su parte, aseguró que, durante el levantamiento del cadáver, se evidenciaron varias huellas de violencia y que, la presunta causa de muerte, sería por asfixia.