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La abuela cuenta que se enteraron de lo ocurrido porque el niño empezó a orinarse en la cama. Su padre lo tocaba.Cortesía

La justicia se esfuma en caso de abuso sexual a un niño

La abuela del menor de edad está indignada. El hombre habría aprovechado el régimen de visitas que acordó con su ex para manosearlo. Al parecer, el hombre lo hacía cuando estaba borracho.

A Beatriz (nombre protegido), la justicia se le ha esfumado de las manos tantas veces que está harta.

Fue en septiembre de 2018 cuando su nieto, de 6 años, fue abusado sexualmente, en el norte de Quito. El sospechoso es el padre biológico del menor de edad. “Hasta ahora no va preso”, exclama indignada.

Tres veces se ha postergado la audiencia preparatoria de juicio. La adulta mayor cuenta que el pretexto inicial para dilatar la agenda judicial -en mayo pasado- fue que el implicado se contagió de Covid-19. Luego, ocurrió lo mismo con su defensor.

En el tercer intento tampoco hubo un buen resultado. El 14 de septiembre, el procesado presentó un certificado de lumbociatalgia (patología en la espalda). Le dieron reposo médico y una vez más, la cita agendada para el pasado 20 de septiembre quedó diferida. “No es posible que ya hayan pasado cuatro años y no se haga justicia. No solo dañó a mi nieto, esto ha afectado a toda la familia”, explica.

Para Beatriz es difícil recordar cómo se enteró del abuso sexual que sufrió su nieto. Ocurrió durante el régimen de visitas que acordaron los padres del niño cuando se separaron.

Las señales fueron evidentes, dice. La criatura empezó a hacerse pipí en la cama. Una noche llegó lo peor. El infante le contó a mamá que su padre lo tocaba. “Llegaba borracho a manosearlo”, narra Beatriz.

En ese momento, la familia quiso hacer justicia por cuenta propia, pero al no conseguirlo, pusieron la denuncia por el delito de abuso sexual.

Una psicóloga confirmó la agresión y se emitió una orden de alejamiento en favor del menor de edad. Pero eso no basta, dice la abuela de la víctima.

La familia vive aterrada. A escondidas, el sospechoso se acerca a la escuela del niño y hasta llama a su madre para insultarla, asegura la señora.

La última diligencia que se efectuaría en el Complejo Judicial Norte no se realizó.GUSTAVO GUAMÁN

Peor de lo que pensaban

En cuanto los allegados de la criatura se enteraron de la agresión, fueron saliendo detalles aún más oscuros del procesado. Una cuñada de Beatriz (persona con discapacidad y que ya falleció) contó a sus parientes que el acusado -quien vivía en una casa contigua- “le bajaba la ropa interior y le tocaba”.

Esta revelación los devastó aún más. “Ahora buscamos justicia no solo por mi nieto, sino por toda la familia”, añade. 

Cifras alarmantes

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) resalta que en Ecuador, el 65 % de los casos de abuso sexual fueron cometidos por familiares y personas cercanas a la víctima.

Uno de cada 4 afectados no denunció por temor a represalias o vergüenza. En el país, solo el 15 % de casos de abuso sexual fue denunciado y el 5 % sancionado.

Según la organización Plan Internacional, en Ecuador se registran 42 denuncias por violación, abuso y acoso sexual, cada día.