Unas detonaciones retumbaron en la ciudadela Antonio Hanna, del norte del cantón Samborondón, provincia del Guayas, pero no eran camaretas por la culminación de la fiesta de Tarifa, sino disparos con los cuales arrebataron la vida a Carlos Ezequiel Cabrera Aguirre.

Serían las 10:30 de este sábado 13 de agosto de 2022 y la víctima, de 31 años, salió de su domicilio en el mencionado sector y cuando se disponía a conducir una motocicleta desde el portal de su domicilio para dirigirse al centro del cantón, fue sorprendido por dos sujetos, quienes se le aproximaron a pie.

Los tipos le apuntaron y dispararon, tumbándolo del liviano vehículo. Con cuatro disparos en la cabeza, Cabrera quedó sin vida, boca arriba, sobre la calle. A la víctima no le robaron nada y por los indicios y primeras indagaciones, representantes de la Fiscalía sospechan que a la víctima le seguían los pasos.

Por los casquillos percutidos que los agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) y de Criminalística hallaron en la escena del crimen, al hombre lo habrían ejecutado usando un arma larga y otra corta.

El teniente coronel Neycer Mazón Simaleza, jefe de la Policía del distrito Samborondón, confirmó que el fallecido se encontraba en su domicilio y un supuesto amigo lo fue a llamar. Al salir, lo asesinaron.

Según el oficial, la víctima registra investigaciones por los delitos de microtráfico y tentativa de asesinato.

El 9 de abril pasado, Carlos Cabrera habría sufrido un atentado en el sector de Los Piñuelos, pero resultó herido por un disparo en el glúteo izquierdo.

“Esto no es por robo, es una muerte focalizada, continuamos con las pericias para esclarecer este hecho”, enfatizó el oficial, añadiendo que se explotaban cámaras del sector para dar con la identidad de los sicarios.

Familiares del fallecido evitaron hablar.