En casa era normal que desapareciera por varios días. La adolescente, de 16 años, usualmente deambulaba por las calles del cantón Naranjito, consumiendo y vendiendo drogas. Pero hace dos días, por redes sociales, sus familiares se enteraron de su triste final. La encontraron enterrada, desnuda, en un predio de cultivo de caña.

Una hermana de la víctima indicó a los agentes que hace dos años intentó ayudarla y le ofreció refugio en su casa. Sin embargo, luego de un par de semanas decidió quitarle ese apoyo tras descubrir que había tomado un dinero.

La madre de la menor de edad también reconoció que su hija era consumidora de sustancias desde los 12 años.

Ambas parientas confirmaron que hace unos días la muchacha había recibido unos mensajes amenazantes.

La ñaña la vio por última vez hace 15 días. “Estaba consumiendo drogas”. La mamá, en cambio, la vio el martes 31 de mayo, cerca de la medianoche. Desde aquel día, la señora no supo nada de ella, hasta la tarde de este martes 7 de junio de 2022, cuando por redes sociales difundieron el hallazgo de una mujer desnuda.

Agricultores del recinto La Resistencia, del cantón Marcelino Maridueña, provincia de Guayas, realizaban trabajos con maquinaria pesada para arar el terreno donde se cultiva caña de azúcar.

Amordazada

Uno de los perros de la finca se acercó al sitio y empezó a excavar y fue ahí cuando divisaron parte de las extremidades superiores de un cuerpo.

Ronald Zurita, dueño del predio, aseguró que durante los últimos días no notó nada extraño en sus propiedades.

Los agentes de la Dirección Nacional de Delitos y Muertes Violentas (Dinased) y Criminalística inspeccionaron el sitio. Con herramientas desenterraron el cadáver, que estaba descomponiéndose.

En el mismo sitio hallaron una pantaloneta, una blusa y un interior.

Emerson Luna, jefe policial de Naranjito, confirmó que la víctima, aparte de estar amarrada de pies y manos, tenía una cinta plástica en la cara.

El cuerpo de la chica, que era oriunda del cantón Naranjito, fue llevado a la morgue de la ciudad de Milagro para mediante la autopsia verificar o descartar posible violencia sexual.

En el anfiteatro, la víctima fue identificada por sus tres tatuajes: la ‘santa muerte’ en una de sus piernas, una serpiente en un antebrazo y dos corazones cerca de la ingle.