La vida de María Quimís, de 42 años, transcurría con normalidad la mañana del sábado 1 de octubre de 2022. Como cada día, en una esquina de la calle Octava, de Mapasingue Oeste, en el norte de Guayaquil, vendía arroz, aceite y otros productos de la canasta básica.

A pocos metros de ella había otros comerciantes, incluyendo familiares, amigos y conocidos, pero no imaginó que uno de este último grupo podía atentar en contra de su integridad. Por eso se sentía segura, protegida, comentó Diego, su hermano.

Sin embargo, ocurrió lo inesperado: uno de los comerciantes que comparte la zona con ella la agarró, de manera repentina, sin motivo alguno, de los cabellos. Luego sacó un cuchillo y se lo incrustó en el costado izquierdo del tórax, añadió el pariente de la víctima.

De inmediato, para evitar que le haga más cortes, los testigos intervinieron para salvarla. Ellos, para no resultar heridos, utilizaron palos y parasoles cerrados para alejarlo. En consecuencia, el individuo corrió y huyó del sector.

Quienes estaban en el sitio dieron prioridad a la atención de la mujer herida, quien perdía sangre. Ella fue trasladada de urgencia a un centro de salud cercano, pero por su gravedad fue llevada de urgencia al hospital Monte Sinaí, ubicado en la avenida Casuarina, en el noroeste porteño.

Lo encontraron

Agentes de la Policía Nacional localizaron al sospechoso sobre un parterre que está en el ingreso de una zona industrial del sector, en el kilómetro 5 de la vía a Daule, a unos 900 metros del sitio del suceso.

El individuo tenía a su lado el cuchillo presuntamente utilizado en el ataque y sus manos estaban con heridas. Al parecer, se cortó con el mismo objeto.

Paramédicos del Cuerpo de Bomberos acudieron al lugar y le brindaron los primeros auxilios. Luego de eso, los agentes lo embarcaron en un patrullero para trasladarlo a la Unidad Judicial de Flagrancia.

Entre las pertenencias del sujeto los uniformados encontraron una funda con monedas y cigarrillos que, al parecer, vendía el hombre.

Diego, el hermano de la mujer herida, sostuvo que el individuo ya ha tenido incidentes con otras personas anteriormente, pero nunca había atacado con cuchillo. De él, los demás comerciantes del sector, no conocían sus nombres. Todos lo llamaban por su apodo: el Huevo. (SCM)