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Familiares claman por ayuda tras desaparición de agente de Inteligencia
Fue visto por última vez el 24 de diciembre de 2022, en el cantón Pichincha, de Manabí. Su hermana y su mamá viajaron a Quito para pedir apoyo.
Hace siete años, Carlos Alfredo Suárez Moreira cumplió su sueño de convertirse en un agente investigador. Era el anhelo que tenía desde que era un niño, pues en su infancia no dejaba de hablar de aquello, recuerda Gema Zambrano, su hermana materna.
Ahora, siendo un cabo de Inteligencia, de la Policía Judicial (PJ), era un apasionado por los casos que indagaba, sobre todo los relacionados con la delincuencia organizada, añade la pariente. Por eso, ella cree que fue por alguna de las pesquisas que su ñaño hacía que alguien lo secuestró.
Sin embargo, el caso no se investiga como tal, sino como una desaparición. El último reporte de haber visto a Suárez fue el 24 de diciembre de 2022, cuando a un dependiente de una gasolinera, en el cantón Pichincha, de Manabí, le habría dicho “que ya regresaba, que le mire la moto”.
Luego de eso, el agente se embarcó en un automóvil negro y nadie lo volvió a ver. ¿Hacia dónde se dirigía? Gema explica que minutos antes su hermano estuvo reunido con unos compañeros de labores porque se encontraba en servicio, y habría pedido permiso a un superior para ir por su esposa. Fue lo último que los familiares pudieron conocer.
Ese día vestía una pantaloneta, una camiseta azul y zapatos deportivos. “También cargaba un bolsito, que es donde solía llevar el arma y sus documentos. Él siempre portaba el arma porque trabajaba en temas delicados...”, explica la allegada.
En redes sociales, quienes conocen al investigador empezaron una campaña de búsqueda para que alguien colabore con información, pero hasta el cierre de esta edición (18 de enero de 2023), 25 días después de la desaparición, no había resultados favorables.
Las indagaciones realizadas por la Policía tampoco han arrojado mayores resultados, acota Zambrano. Por eso, con el objetivo de ser escuchadas, Gema y su mamá, Eva Moreira, a mediados de enero de 2023 viajaron a Quito y se colocaron de pie, con un cartel en mano, afuera del Palacio de Carondelet.
Su manifestación les permitió ser atendidas por autoridades del Ministerio del Interior y de la Policía Nacional. “Fuimos escuchadas (...). Nosotros como ciudadanos estamos corriendo peligro. Si a un policía le pasa esto, que desaparece y simplemente nadie sabe qué pasa, qué podemos esperar los demás”, lamenta.
Amenazas
Al consultar si Carlos Suárez había recibido algún tipo de amenaza, la hermana sostiene que no, o por lo menos no lo sabían. Lo que enfatiza es que él, “como cualquier investigador de PJ, tiene casos complicados (...) y sí obtuvo resultados en esa zona (Pichincha, cerca de El Empalme), que como sabemos, ahora es una ruta que está bastante peligrosa”.
Pedido
Como parte de la campaña de búsqueda, los familiares del investigador han colgado un video en redes sociales en el que su mamá hace un pedido, entre sollozos: “quiero que manden los mejores equipos para que busquen a mi hijo, que me lo entreguen con vida. Se los suplico. Una madre angustiada se los pide de favor... A la ciudadanía, que me ayude a rescatar a mi hijo, se los suplico”.
Su adoración
Cuando Suárez Moreira era todavía un bebé, su papá falleció. Por eso, Gema relata que ahora que “tiene dos niñas, las ama con todo su corazón. Es sumamente amoroso con ellas, de una forma desmedida. Él ha dicho que le da todo a sus hijas, más que nada el tiempo y el cariño, porque él no lo tuvo”. Ellas, al igual que su madre y su hermana, esperan su regreso.
El investigador padece de diabetes
Tras la denuncia asentada en la Fiscalía y la divulgación de la imagen del agente, la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec), una organización sin fines de lucro, ha publicado más detalles acerca del investigador.
En su cuenta de Facebook, la organización detalla que Carlos Suárez “padece de diabetes”, además de describir sus características físicas, como su tez trigueña, ojos marrones y cabello negro.
“Hay muchas personas que están pasando por esto. Hay grupos que se ponen afuera de Carondelet, que tienen desaparecidos por muchos años (...). No queremos que mi hermano sea una de las estadísticas más...”, menciona Gema.