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El fútbol fue la pasión de Salas, murió haciendo lo que más le gustaba.Facebook

Esmeraldas: Hombre sufrió infarto en pleno peloteo

En un campeonato de fútbol playero se le paró el 'wacho'. Intentaron reanimarlo, pero se fue a ‘golear al cielo’. Lo llamaban Brocha, pues prestaba sus servicios como pintor.

A Marlon Salas le gustaba tanto el fútbol que daba todo en los partidos e incluso ofrendó su vida por la ‘redonda’. Su muerte se produjo cuando disputaba un encuentro en el Campeonato de Fútbol Playero Sub-35, en el balneario Las Palmas, norte de Esmeraldas. Le dio un infarto fulminante.

Salas era conocido como Brocha, pues se ganaba el sustento haciendo trabajos de pintura. Principalmente, laboraba en el Cementerio General esmeraldeño, donde muy posiblemente reposarán sus restos.

El sábado dejó la brocha para vestir el uniforme de su equipo Ponte 11, uno de los 64 que participan en aquel campeonato, al que acuden organizaciones laborales, barriales y profesionales.

Salas era el futbolista más ‘canchero’. David Mecías, dirigente del torneo, recuerda que el pintor estaba corriendo “de lo lindo” y era quien se destacaba en el juego. “Le estaba metiendo muchas ganas, marcando y tratando de hacer goles”.

Repentinamente Brocha cayó al suelo. Sus ‘panas’ pensaron que era por cansancio, pero entraron en pánico cuando intentó ponerse de pie y se desplomó nuevamente.

Los compañeros de equipo trataron de reanimarlo con masajes en el pecho y dándole los primeros auxilios, pero su corazón no respondió. “Lo llevaron a un centro de salud. Cuando llegó al sitio, ya no tenía signos vitales”, relata Mecías.

Amigos y familiares lloraron su muerte en las escalinatas de las calles Eloy Alfaro y Rocafuerte.captura de video

Ya estaba malito

Sus parientes retiraron el cuerpo de la casa asistencial y lo llevaron a su vivienda, ubicada en la escalinata de la Eloy Alfaro y Rocafuerte (centro de Esmeraldas). Lo lavaron, lo colocaron en un ataúd y lo trasladaron a una explanada del barrio, donde se instaló una carpa para velarlo.

Los familiares del fallecido detallan que Salas había tenido problemas del corazón en meses anteriores y, presuntamente, le dio un preinfarto, por lo que fue a una consulta médica.

Posteriormente se sintió mejor y siguió jugando fútbol, lo que le permitió defender los colores de otros clubes como el Mami y Moña FC.

Julio Cañola, amigo de barrio y de ‘peloteo’, recuerda que Salas corría mucho y no daba una pelota por perdida, le gustaba pelearlas todas. “Terminaba los partidos playeros con arena hasta en los ojos. Murió esforzándose y haciendo lo que le gustaba”, lamenta.

Muy querido

Sus vecinos lo recuerdan como una persona humilde que salía todos los días a buscar el sustento para su familia. Por eso, ante la adversidad, la gente se unió para ayudar a la viuda y a los huérfanos.

La organización del campeonato de fútbol playero también se hizo presente con ayuda, pues destinó fondos para costear el velatorio y socorrer a la familia, que queda desamparada, ya que Salas era el único sustento del hogar y deja a tres niños en la orfandad.

Los vecinos se unieron para apoyar con los gastos fúnebres.Cortesía
“La organización de la liga de fútbol playero se va a reunir para ver cómo podemos seguir ayudando a la viuda y a los menores. Es nuestro compromiso”.Daniel Mecías, dirigente