“No sabemos qué maldición hay en esta hacienda. Durante cuatro décadas han pasado más de siete dueños y todos han sido asesinados”, manifestaba Agrecio junto a otros moradores del sector Vaquerano, del recinto Durán de Pedro Carbo.

Esos comentarios se dieron tras el crimen de Carlos Omar Kada Asencio, su esposa Allison Noemí Arana Villón y su chofer Víctor Arturo Ube Quimí, quienes murieron acribillados la madrugada del 21 de enero en una finca.

Según las autoridades, seis sujetos disfrazados de policías (fuertemente armados) ingresaron al inmueble de tres pisos e inmediatamente separaron a su objetivo (el trío antes mencionado) del resto de familiares con los cuales estaban reunidos.

Posterior a ello, los llevaron a una habitación contigua y los asesinaron, informó el coronel Pablo Fajardo Delgado, comandante de la Policía, encargado de la subzona Guayas.

Agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) de Salitre y policías judiciales mantenían hasta el mediodía de ayer (21 de enero) resguardado el predio, donde estaban parqueados varios vehículos de alta gama, así como ganado de raza.

Mientras, un grupo de uniformados de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) viajaba desde Pedro Carbo hasta Chanduy, provincia de Santa Elena, para dar resguardo en el velorio de Kada, quien era oriundo de la Península y presuntamente residía en Guayaquil.

Al parecer, escaparon por el río

“Tras el asesinato de esta familia, presumimos que los falsos gendarmes se fugaron por el río Dos Bocas, que está a 150 metros de la hacienda, porque el camino de tercer orden estaba lodoso debido al aguacero que cayó el viernes pasado”, comentó Yesenia, otra moradora.

Las autoridades continúan las pericias, para confirmar o descartar si la hacienda donde fue abatido Kada era o no de su propiedad, ya que tras el último atentado en un hospital privado de Guayaquil se radicó en este sector desolado de Pedro Carbo, donde sus enemigos lo ejecutaron.

El coronel Fajardo Delgado confirmó a EXTRA que en este triple crimen se usaron fusiles y pistolas 9 milímetros, por los indicios encontrados. “Los asesinos presuntamente se llevaron las llaves de los vehículos que estaban en la hacienda, para que no socorran a las víctimas”, concluyó la autoridad.