El celular de un joven asesinado durante un robo fue la clave para detener a uno de los dos sujetos que participaron en este hecho. Hoy se cumple el segundo día (de los 30) que el sospechoso, Ronaldo José Pérez Reinoza, deberá pasar en prisión preventiva mientras se indaga el crimen que ha conmocionado a los quiteños.

El caso se difundió en redes sociales, luego de que un video que captó el momento mostrara la escena, ocurrida a las 03:20 del 29 de mayo. En la filmación de una cámara de seguridad que apunta a la avenida Seis de Diciembre, norte de la urbe, se observa a dos sujetos corriendo.

Delante de ellos se encontraba el muchacho, un universitario de 22 años, quien es sujetado violentamente por ambos. Se mira, además, que la víctima ni siquiera opone resistencia al bolsiqueo que le hacen.

Y en solo 29 segundos lo desvalijan. Pero luego llega lo peor. Tras el robo, se mira cómo los tipos se van corriendo y, en ese instante, el muchacho cae muerto.

Una puñalada

En la audiencia de flagrancia en contra de Pérez Reinoza, de nacionalidad venezolana, se detalló que el trabajador de una gasolinera miró el robo, pero fue una pareja que caminaba por el sector la que hizo una llamada al ECU-911. Todo fue en vano porque el joven no tenía signos vitales: había recibido una puñalada en el pecho.

Los miembros de Criminalística recabaron indicios en el lugar, mientras que los agentes de la Dirección de Delitos contra la Vida (Dinased) consiguieron las filmaciones de otras cámaras de seguridad.

Iván Naranjo, jefe de la Unidad de Investigación de Muertes Violentas de Quito, indicó que se hizo un trabajo técnico para dar con el paradero del celular del muchacho. La señal les mostró que el teléfono estaba en el Comité del Pueblo, norte de la ciudad.

Naranjo detalló que llegaron a un inmueble y, con una orden de allanamiento, ingresaron y hallaron al sospechoso.

Soltó parte de la sopa

Los datos del proceso judicial en contra de Pérez Reinoza revelaron que su ropa lo delató. En las grabaciones se mira al extranjero con un saco rojo y zapatos blancos, prendas con las que seguía vestido.

En su declaración intentó librarse de culpa diciendo que sí estuvo en el sitio, pero que no lo había apuñalado: el que lo mató fue su ‘pana’. Lo que Pérez Reinoza había hecho –contó– fue tomar el celular y salir corriendo.

Ahora, la ‘cacería’ que inició la Policía será para dar con el segundo implicado.