Quienes querían acabar con la vida de Carlos Omar Kada Asencio, lo lograron. La madrugada de este sábado 21 de enero de 2023 lo ‘quebraron’ en una hacienda del sector Vaquerano, del cantón Pedro Carbo, provincia del Guayas.

A Kada la muerte le respiraba en la nuca. El pasado 6 de enero de 2023 sufrió un atentado en la avenida Miguel H. Alcívar, en el norte de Guayaquil, cuando se movilizaba en un vehículo de alta gama.

La madrugada del 11 de enero también fue ‘blanco’ de un ataque, cuando estaba asilado en una casa de salud, en el norte del Puerto Principal. Un supuesto criminal fue abatido por los custodios de Kada que repelieron a los presuntos atacantes.

Pero a este hombre que estuvo involucrado en diversos procesos judiciales y, al parecer, estaba vinculado en negocios de alquileres de vehículos, lo habrían buscado y localizado en una propiedad, a 45 minutos del centro de Pedro Carbo.

Según datos recopilados por la policía, a la vivienda a la que se accede por un camino de tercer orden, aproximadamente a las 02:00 de este sábado 21 de enero habían llegado seis personas con sus rostros cubiertos, vestidos con chompas y con armas de fuego de corto y largo alcance y los sometieron.

Los tipos separaron a varias personas y luego dispararon contra Carlos Kada, Allison Naomi Arana Villón (esposa) y Víctor Arturo Ube Quimí (chofer).

Ya al amanecer, la policía fue alertada del ataque y agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) de Salitre, del Servicio Preventivo y otras unidades de investigación acudieron a la hacienda y por alrededor de seis horas levantaron indicios en la vivienda de tres plantas, en la loma del sector Vaquerano.

Veían pasar carros de lujo

Los investigadores encontraron unas cabezas de ganado de raza, así como una camioneta blanca, de alta gama, la cual fue revisada por peritos de Criminalística.

Unos moradores estaban sorprendidos por la presencia policial, otros indicaron a los agentes que hace 25 días habían comprado aquella hacienda y los nuevos propietarios construían una segunda planta en el inmueble.

Otros comentaban que desde que llegaron los nuevos dueños a la hacienda por las tardes y noches veían circular carros de lujo con vidrios polarizados. “No sabemos a qué se dedicaban ni quiénes residían en este predio”, dijo un curioso. ERS