La Policía Nacional confirmó que, luego de un análisis preliminar, se determinó que el explosivo empleado en el atentado en contra del periodista Lenin Artieda, de Ecuavisa (Guayaquil), fue RDX, considerado de uso militar.

De acuerdo a sitios especializados, las Fuerzas Armadas lo utilizan en campo porque no es complicado elaborarlo, lo que hizo que se hiciera popular en la Segunda Guerra Mundial. Y por ese mismo motivo, ha sido utilizado por grupos terroristas. Algunos expertos, incluso, lo clasifican como un explosivo de elaboración casera, porque se los podría elaborar con conocimientos básicos en la materia. 

Un caso histórico fue el de la cadena de ataques terroristas con explosivos en Bombay, India, donde murieron 190 personas y hubo más de 600 heridos. Esto ocurrió en 2006.

En Ecuador, en 2017, la entonces presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, denunció que recibió un estuche de disco compacto con un explosivo de estas características. En su caso, no estalló.

En Guayaquil, luego del atentado del 20 de marzo de 2023, la Policía Judicial explicó que se utilizó un USB Killer. Es decir, un dispositivo de almacenamiento con el objetivo de causar un daño mayor.

Por lo general, estos se suelen utilizar con cargas eléctricas para dañar equipos electrónicos, pero también pueden ser diseñados con carga explosiva.

En este caso, el explosivo RDX fue colocado en un espacio no mayor a un centímetro y, para su estallido, solo necesitó una carga eléctrica de 5 voltios.

Los investigadores la han clasificado como una "carga iniciadora", que no logró activarse en su totalidad, sino apenas en un 50 %, lo que ocasionó una afectación menor a quienes hayan planificado el hecho.

En los canales de televisión TC (Guayaquil) y Teleamazonas (Quito) también hubo alarma luego de recibir sobres con dispositivos similares. Estos no fueron abiertos, pero serían analizados por peritos ecuatorianos y de los Estados Unidos, de acuerdo a la vocería oficial de la Policía.