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Los salseros se reunieron en días pasados para homenajear a Vicente Ayala, creador de la salsoteca Carlos Alberto. Antes hubo un conversatorio liderado por la locutora Lidia Ronquillo.Vicente Tagle / EXTRA

Del WhatsApp a la rumba: así nació grupo de cultores de la salsa en Guayaquil

Uno de los requisitos, a más de que les guste la música salsa, es que allí no se hable de otra cosa: ni política, ni religión, ni nada más

Aquí está prohibido hablar de fútbol, de política, de religión, ni siquiera de moda. Aquí todo es rumba y salsa, nada más. Son los Rumberos en clave, una agrupación cuyo único fin es disfrutar de este ritmo musical escuchándolo, conversando sobre sus artistas favoritos y de las letras de las canciones o bailando y sacándole brillo al piso.

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La pequeña sala de una casa en las Orquídeas, al norte de Guayaquil, sirvió el viernes pasado para reunirse y mostrar cómo la salsa los invade. Bien portaditos al inicio, todos atendieron un conversatorio con Vicente Ayala, el creador de la recordada salsoteca Carlos Alberto, aquella que se inauguró allá por el año 1979 en las calles Ismael Pérez Pazmiño y Febres Cordero.

Con Vicente hablaron de la historia de ese centro de diversión nocturno y de sus anécdotas, bajo la conducción de la locutora Lidia Ronquillo, de quien precisamente, ‘sin querer queriendo’ nace Rumberos en clave.

Wilson Arreaga, presidente de la agrupación, cuenta que como seguidores del programa radial La Clave, que dirige Lidia, se formó una cuenta de WhatsApp en el que había más de 300 personas, pero en la que muchas veces comentaban de todo, menos de salsa.

El simple placer de escuchar y bailar salsa une a amantes de este ritmo musical.Vicente Tagle / EXTRA

La agrupación Rumberos en clave se quiere expandir y está creando ya su canal de YouTube y redes sociales.

Una de sus integrantes es Verónica Dávalos, quien dice que conoció la música salsa desde el colegio cuando salía a las discotecas. “Mi amigo Jairo nos ‘daba permiso’ para bailar con otras personas y así teníamos cerveza toda la noche”, cuenta entre risas.

Años después, ya cuando estaba mejorando su estilo en una academia de baile, fue que conoció a su esposo Sergio, otro rumbero con sabor y con quien ella ahora hace ‘pata’ en las pistas de baile.

Y como en el grupo saben que esto es pura alegría, Arreaga, a quien conocen como El Block de la Salsa, destaca que aquí también hay quienes le hacen a la música, cantando y tocando, por lo que el ánimo siempre está bien arriba. 

Pero aquí no solo se habla, también se baila. Y Bella Tenorio muestra que hay ritmo. Apenas comienzan a tocar ‘Kabalan con chévere’ ella toma la campana ¡y a tocar! Porque aquí la clave, a fin de cuentas, es la rumba

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