Exclusivo
Farándula

La Fresa asegura que no se trata de un baile sexual. No se lo puede usar en la cama.René Fraga

Andrea Ortiz: El twerk no va a la cama

La Fresa explica que el baile no se puede practicar durante la intimidad, podría hacer daño a la pareja. Es toda una técnica

Andrea Ortiz, la Fresa, es una maestra. La disciplina que imparte desde las plataformas digitales es el twerk, un polémico baile que ha ganado seguidores en Quito, en los últimos meses.

Aunque la gente cree que solo se trata de mover la cola, ella aclara que se deben dejar de lado los mitos, sobre todo, ese que supone que el twerking se puede llevar a la cama.

“Muchos piensan que es un baile sexual, pero si haces un movimiento de twerk con tu pareja, le rompes el miembro. No es un baile de mete y saca como todos piensan. Tu poto se vuelve una pelota, lo que hace es rebotar todo el tiempo”, describe la expresentadora de televisión y exlocutora de radio.

Fue hace cinco años cuando la Fresa dejó todo para convertirse en la primera instructora de este baile en el país. “Puedo darme el título de la pionera. Fui la primera en montar clases y puedo decir que soy la única aquí que vive de esto”, añade.

La pandemia, lejos de afectar su actividad, la ayudó a multiplicar sus alumnas. Lo que explica al inicio de clases es que su fin no es otro que una actividad deportiva.

Incluso ver los cambios, principalmente esos relacionados con la autovaloración, es lo que más le gusta. “Muevo el poto como todas dicen, pero ahora muchas chicas me agradecen porque no les gustaban sus cuerpos y ahora sí. Yo trato de ser una motivadora”, resalta.

Rompiendo esquemas

Todo comenzó cuando la Fresa dio a luz a su segundo hijo y con unos kilitos de más buscó la forma de hacer ejercicio no convencional. “Nunca fui fan de ir al gimnasio. Un amigo me mostró unos videos de Lexy Panterra, referente de twerk en Estados Unidos. Así me enamoré, me obsesioné con el baile. Empecé a practicar en casa y a bajar full de peso. Entonces dije: ‘Debo introducir esa vaina acá’”, rememora.

La técnica en el twerking es fundamental. El error más común es mover el torso, en vez de la cola. Los pasos clásicos: el golpe abajo, el golpe arriba y el mixto, que asemeja las alas de la mariposa.

Sin embargo, el que más tiempo se tarda en aprender es el pop in. “Es mover los músculos de forma alternada. Una contracción de glúteos, hacer puñete y soltar”, explica. Con la práctica suficiente, en unos seis meses, las alumnas lo logran.

La ropa también es importante al practicar el bailecito. “La gente cree que es con prendas chiquitas por la cuestión de provocar, pero no. La piel cubierta no se mueve de igual manera. Yo les digo a mis alumnas: ‘Prueben con pijama, con cachetero, si quieren con hilo para que noten la diferencia’”, concluye.

Dato

La Fresa dice que las nalgas pequeñas se mueven más. Es mucho más sencillo controlarlas.