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Farándula
Taxi Coca, una historia de humor e ironía de los años 90, que no pierde vigencia
Taxi Coca es una comedia del grupo La Mueca que estará en cartelera del teatro Del Ángel, hasta finales de julio
El elenco no se pone de acuerdo. Unos dicen que fue en 1994 y otros en 1996 que el grupo de teatro La Mueca puso por primera vez en escena la comedia Taxi Coca.
El año es lo de menos, lo importante de este montaje es que con el tiempo no pierde vigencia debido a las situaciones cotidianas que presenta.
“El tema sigue siendo muy actual y cada vez que lo reponemos tiene mucho éxito. Sabemos de personas que la han llegado a ver hasta siete veces”, dice la directora Tati Interllige.
Antes de la obra
Tras bastidores los actores se dan prisa con el vestuario y el maquillaje, mientras ríen y hacen bromas. No se ven nervios, y si los hay, no lo demuestran.
Oswaldo Segura, Héctor y Andrés Garzón, así como Hilton Rosado son del elenco original de Taxi Coca. En esta ocasión se sumaron Sandra Pareja, Claudia Gómez, Ángello Segura y algunos alumnos de teatro de la compañía.
Mientras tanto, el público se acomoda en la sala con capacidad para 150 personas y otros se toman una copa de vino en el bar antes de entrar.
Con ironía
A las 20:30 las luces se apagan, se abre el telón y aparece Leonardo Rodríguez (Segura) conduciendo un taxi de utilería. Es en torno a él que gira la historia.
Las situaciones que vive recorriendo las calles, transportando a delincuentes, amantes, enfermos y hasta una parturienta que da a luz en la parte posterior del carro, desatan las risas, que se escuchan más fuertes en las escenas en que el personaje se debate entre dos amores.
El experimentado elenco improvisa y hace bromas sobre la marcha, con lo que enriquece el libreto.
La obra llega a su nivel más alto cuando el taxista es detenido y acusado falsamente de posesión de estupefacientes.
Su estadía tras las rejas es tratada con ironía y deja ver la realidad que se vive en esas circunstancias. El desenlace deja una importante reflexión.
Complacidos
El elenco sonríe feliz y se despide entre aplausos. El público empieza a salir aún riendo y comentando la obra.
Entre ellos está Jimmy Labanda, asiduo al teatro.
“Es una obra excelente, tratada con humor, pero que deja ver las vivencias y situaciones de la realidad de la sociedad”.
Con él coincide Susana Parra, otra de las espectadoras de Taxi Coca. “Salgo renovada después de haber reído tanto. Les voy a decir a mis primas para volver con ellas”, finaliza.