Que Tábata Gálvez quiera hacer carrera como cantante profesional no es sorpresa, ya que viene de una familia donde se respira arte, legado de sus padres Lucho Gálvez y Alina Ortiz. O como dijo su hermano Fernando, en una entrevista anterior con EXTRA, ellos no nacieron en una familia sino en un elenco, ya que todos son artistas.

La actriz, de 54 años, confiesa que a pesar de cantar desde niña, siempre sintió temor de lanzarse, de ahí que haya tardado en hacerlo.

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“Mis shows siempre los cierro cantando, ha sido por un poco de temor que no lo había hecho profesionalmente, y hay que reconocer también que es por la falta de dinero, se necesita invertir. El dinero ha sido el mayor impedimento”, explica.

Eso hasta hace unos días en que recibió la llamada del productor Pedro Chinga, a quien llama su ángel. Él la vio cantando y le propuso ayudarla.

“Yo dije: ‘se está burlando de mí’, pero me dijo que ‘para nada’. Ese fue el empuje que necesitaba y qué mejor que hacerlo de la mano de un productor con tanto reconocimiento. Me encanta saber que cree en mí y me encanta esta oportunidad que Dios me está dando”, añade.

Tábata, quien es presentadora del programa de farándula online Agárrate, afirma que trabajar en la televisión no es eterno, pero el talento y el don que posee lo tendrá hasta el último día de su vida.

Las baladas románticas confiesa que son sus preferidas, pero ahora no resultan tan comerciales, por eso, aprovechando que es conocida como polémica y frontal, se inclinó por las canciones con gran fuerza interpretativa, que le hagan honor a lo que ella es, al puro estilo de Lupita D’Alessio o Paquita la del Barrio.

“Mi estilo es el de la balada histriónica y también voy a hacer algo de pasillos, que me encantan porque con mi papá se desayunaba, almorzaba y merendaba con pasillos. No me verán nunca cantando salsa o cumbia, porque no me da”.

Otro género musical que descarta es el reguetón, ese aclara que solo le gusta para bailar, pero para cantarlo “se lo dejo a Oveja Negra, Mr. Wilson, Don Manny a Jhonny Lexus, que lo hacen muy bien”. Pero de ahí ponerse en modo “you, you”, para nada.

“Si voy a emprender algo que vaya a ser mal visto, no. Siempre voy a recibir comentarios malos porque hay gente que no me quiere, aunque esos son los que más me ven. Lo hago por satisfacción personal y con algo que realmente me gusta”.

Tábata se define como la “oveja negra de la familia”, porque siempre es la más revoltosa y revolucionaria de todos, por eso, la noticia de lanzarse como cantante fue recibida con mucha expectativa en su familia, principalmente por su hermano Pablo, un reconocido músico, de quien aprendió desde su niñez.

“Mis hermanos están muy orgullosos de que realice mis sueños. Ellos detestan verme en farándula, pero deben entender que también tengo que comer, pagar las cuentas, pero sé que todos van a estar felices de verme en un escenario, haciendo lo que me gusta”, comenta sobre sus 26 hermanos.

El trabajo musical empezó. Pedro Chinga ya trabaja en la elección de los temas, después de lo cual se procederá a las grabaciones. Paralelamente, Tábata prepara la obra teatral llamada ‘El antes y el después’, junto a Claudia Camposano.

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