Tenía todas las ganas de quedarse en el país y continuar en la televisión, pero una propuesta laboral la lleva nuevamente a partir. Samantha Mieles, más conocida como La Totó, sorpresivamente salió del reality de Gamavisión donde estaba haciendo roncha y rompiendo corazones.

“Me voy un poco triste porque dejo a mis amigos, en el programa me llevé muy bien con todos, la convivencia fue una experiencia inolvidable”, indica la bailarina.

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Aclara que esta vez su ausencia no será muy prolongada. Por lo menos esos son sus planes, no sabe si algo cambiará estando en Miami.

“En el programa me dieron un permiso temporal, es decir que puedo volver cuando quiera. Me voy este domingo 17 de septiembre, voy a ver qué pasa, porque también tengo otra propuesta para algo televisivo”.

De Arturo León y Alejandro Kenig, con quienes se la trató de vincular en el reality, dice que solo son buenos amigos y no son los únicos que se quedaron tristes con su partida. “Mi compañera de cuarto, Pamela Echeverría, se volvió para mí como una hermana, la voy a extrañar mucho. No hay una persona en especial que deje, ni corazones rotos, los quiero mucho a todos”.

Pese a los rumores, asegura que con Alejandrito hizo una buena amistad y que lo va a extrañar un montón.

“El hombre que llegue a mi vida simplemente tiene que ser maravilloso, comprenderme, cuidarme y sobre todo amarme de la misma manera que sé amar”, indica y alimenta la fama que tiene de ser muy exigente en el amor.

“Cuando esa persona llegue, sin duda, lo sabré. Tiene que ser un hombre inteligente que sepa lo que quiere en la vida”.

Confiesa que lleva casi tres años soltera y feliz de estarlo. “Hace tiempo que me dejé de preocupar por eso, estoy cien por ciento enfocada en mí y en los míos, el amor llegará a su debido tiempo”.

Samantha confiesa que el baile es su fascinación. Anteriormente se quedó en México formando el cuerpo de bailarines de una discoteca.

“Desde que tenía 8 años obligaba a mi primo de 4 a grabarme cuando bailaba y así poder verme después, bailaba escondida en mi cuarto sin que mi mamá me viera”.

Y aunque los realities han sido su mejor vitrina, sus metas van más allá.

“Llevaba más de seis años fuera de la televisión, la amo, pero a veces es bueno dedicarse a otras cosas y estar en la pantalla abarca mucho tiempo, no da oportunidad para otros proyectos”.

Además del baile tiene la mira puesta en la actuación, actividad que le gusta tanto como bailar.

Con 28 años, La Totó se define como una “mujer hermosa y ardiente, demasiado independiente como para querer depender de un hombre”.

“Por eso admiro a mi mamá, una mujer poderosa e independiente que me ha enseñado mucho”, asegura.

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