Apenas tenía cuatro años de haber incursionado en la música cuando a su pequeño Anderson, de dos años de edad, le detectaron problemas en su corazón. Henry Endara entonces tuvo que decidir: seguir intentando o dedicarse a luchar para salvarle la vida a su hijo. Eligió lo segundo, pero sin abandonar su sueño.

Henry se dedicó a la venta de repuestos mecánicos, a cantar en bares en su natal Santo Domingo de los Tsáchilas, a buscar presentaciones donde pudiese. Todo con el fin de conseguir algo de dinero para poder llevar a su hijo a operarse a los Estados Unidos. Hasta que lo logró.

Luego de eso volvió a la música. Difícil ya para alguien con casi 37 años. Pero sus deseos de artista no los frenaba nadie. En diálogo con Diario EXTRA, Henry recuerda una anécdota cuando en una radio en Manta (Manabí) fue por una entrevista. “Que venga al día siguiente”, le mandaron a decir. Lo hizo, regresó y otra vez: “Dice que venga mañana”. Nunca lo entrevistaron.

Pero seis años después su canción ‘Bella’, una baladita muy romántica, comenzaba a posicionarse. Y ganó un premio, el Águila de Oro, justo de la misma radio que años antes le negara la entrevista. 

Cuando el director de la emisora le entregaba el premio, él aprovechó y le recordó que nunca lo quisieron recibir. “Henry, discúlpeme. Nunca pensé que usted fuera el dueño de esta canción”. La vida le dio su revancha y él se la gozó.

Hoy, 20 años después, su hijo Anderson (quien ya tiene 21), es su compañero de aventuras en la música y es quien le da impulso a Henry, quien después de tanta lucha busca pegar a escala nacional, ahora incursionando en el género de la música popular.

Su vuelta al ruedo musical se da gracias a que el manager David Serpa creyó en él para retomar su carrera y junto a el promotor artístico Carlos Pinto buscan revivir su carrera. Para ello le apuesta a su tema ‘Yo olvidaré’, producido entre Colombia y Ecuador.

“La idea es darle ese toque popular de despecho que está entrando con fuerza a nuestro país”, asegura Endara. Eso sí, sin abandonar por completo su negocio de venta de repuestos, porque gracias a él también pudo producir su propia música, cuando nadie ‘le paraba bola’.