Cuando Pilar Vera salió de la televisión confiesa que le quedó un ‘nudo en la garganta’, porque no esperaba ser despedida. Ahora que la historia se repitió en el Municipio no la tomó por sorpresa, porque era algo que veía venir.

“Me botaron de TC y quería saber por qué, y un día pude librarme de eso que me daba vueltas en la cabeza, cuando me encontré con el ahora es exgerente y le pregunté el motivo”.

Recuerda que lo tomó de la mano, lo miró a los ojos y le lanzó la pregunta. “Me dolió porque soy una buena trabajadora, que se pone la camiseta. Me repitió lo que ya se sabía, que había sido por recorte de personal; en cambio ahora tengo claro que es por un cambio de administración”.

Admite que no se ve volviendo a hacer farándula. “No soy de lanzar malas energías, soy más del lado positivo de las noticias. Soy una buscadora de historias, de las cosas buenas que tiene Guayaquil, que están ahí y muchos no las ven. Tengo esa suspicacia para encontrar esa gente que marca la diferencia”.

Es por eso,  que a pesar de tener carro, cuenta que una vez anduvo tres semanas en buseta. 

"Me gusta romper la rutina, dejar de hacer cosas habituales. Descubrí que es una montaña rusa subirse a un bus, pero además a gente buena y trabajadora. Conocí muchas historias hermosas".

Regresar a la televisión es algo que no le interesa, además sabe que ahí “no hay cama pa tanta gente”.

“Amo mostrar el lado positivo de Guayaquil, estaba como pez en el agua haciendo ese trabajo, por lo cual estoy muy agradecida, y la verdad es que me quedé con las ganas de hacer más”.

Estar desempleada lo toma como unas cortas vacaciones. “Soy muy agradecida, positiva, y tengo mucha fe. Soy buena en mi trabajo y espero que se abran las puertas, las ventanas, el garaje, todo para poder volver, pero siempre comunicando positivamente”.

Pilar confiesa que con problemas o sin ellos, con deudas o no, jamás pierde su paz interna.

 “Mi sueño nadie me lo quita, tengo paz en mi corazón y no se lo que es pasar insomnio”.

Mientras tanto, dedica su tiempo a su hija Adriana, de 8 años. “Ella es mi duplicado, aunque dice que no quiere ser periodista, sino actriz. Es muy madura para su edad, me alienta y me dice que esté tranquila que pronto volveré a trabajar".

Es de buen diente, come de todo en la calle y no se enferma. Dice que tiene estómago fuerte y nada le afecta. No hace ejercicios y ama su libertad.  

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