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Máximo Escaleras acumula una carrera de éxitos.CORTESÍA

Máximo Escaleras: Un 'chiro' que subió la 'escalera' del éxito

El cantante ecuatoriano le cuenta a EXTRA cómo cambió su vida su talento y esfuerzo

En su incansable deseo de hacerse un nombre en la escena musical, Máximo Escaleras no temía enfrentar largas noches de espera en las peñas, con tal de obtener una oportunidad de subir al escenario. Era 1987 y apenas estaba empezando, por lo que no le importaba cantar gratis ni cerrar el show con tan solo “cuatro borrachitos” como público. Dice que solo así podía ir a dormir tranquilo, ya que había hecho lo que tanto le gusta, cantar.

Y es que desde los 5 años, en su natal Alamor, del cantón Puyango, provincia de Loja, sus primos lo hacían interpretar temas para deleitarse con su voz.

“En la escuela, los niños temblaban cuando era la hora social, pero yo era feliz porque podía cantar. A los 12 años comencé a escribir acrósticos”, recuerda el artista de 59 años, 35 de ellos dedicados a la música.

Hasta que se le hizo

No había un lugar donde no se detuviera a cantar, incluso en el bus que se transportaba cuando ya vivía en Quito. “Tenía 18 años y conocí, precisamente en un bus, a Piedacita Lasso, quien se convirtió en mi esposa hace 35 años y en la madre de mis tres hijos. Nos sentábamos al fondo, el sitio de vacile de los enamorados, y yo cantaba hasta que llegábamos a donde íbamos”.

Fue en 1987, tras grabar varios temas en un casete que en un viaje de Rumichaca a Tulcán, en la frontera con Colombia, le presentaron al productor Pablo Santillán.

“Íbamos en el taxi y me dijo que cantara una y le interpreté el bolero ‘Cargo de conciencia’. Me preguntó si me gustaría grabar, y por supuesto que le dije que sí, eso era lo que había esperado toda mi vida”.

El disco incluyó dos temas, el que había cantado a Santillán y el pasillo ‘Brindemos’, que los grabó con el sello musical de Carlos Calle.

La ‘pega’

Luego siguieron otras grabaciones que hizo con sus pocos recursos y la ayuda de una amiga. “Las tenía en un casete y las propuse a algunas productoras que ni siquiera voy a nombrarlas, pero me dijeron que no, que lo iban a pensar”.

Es entonces cuando vuelve aparecer en escena Santillán, quien lo animó a que grabara con su propio sello musical. “Me dijo que le ponga el nombre de mi hija Nathaly, porque si alguien me tenía envidia, a mi hija no, porque era una niñita”.

 Era 1993 y a partir de ahí la historia dio un giro, cuando grabó con su hija Nathaly Silvana, entonces de 4 años, ‘Mi niña y yo’, más conocida como ‘El auto fantástico’.

“He tenido muchos éxitos, pero definitivamente me quedo con ‘El auto fantástico’, porque la grabé con mi hija estando muy chiquita y porque nos dio a conocer a nivel de Ecuador y en varios países de habla hispana”.

A pesar de que la canción fue todo un hit, indica que más trabajó en Colombia que en su propio país.

“La canción fue un éxito allá. Durante una entrevista para una radio de Pasto, me llamaron para un contrato y pensé que se trataba de algún charlatán, pero el hombre llegó y con él hice mi primera presentación en Colombia”.

El reconocimiento que tanto anheló por fin le había llegado, pero aun así, el ‘Chulla vida’ señala que lo asombró, al punto de que no sabía cuánto debía cobrar por un show.

“Me contrató un señor para presentarme en Santo Domingo. Yo cobraba 350 mil sucres en Quito, así que como era fuera de la ciudad, le pedí con temor 750 mil, pero me dijo: ‘Le voy a dar un millón doscientos mil sucres, porque yo estoy cobrando por usted un millón y medio. Eso es lo que usted vale’. Nunca me olvidé de esas palabras y quedé muy agradecido”.

Más que rocola

La vida le cambió. De manejar una camioneta viejita, pasó a tener un carro del año y empezó a guardar parte de las ganancias, para las próximas producciones.

En los siguientes años ya no solo interpretaba temas rocoleros, sino también bailables.

“Fue bonito dar el salto, yo tenía preferencia por la rocola y por ahí incluía dos canciones tropicales. Pero cuando grabé ‘La quincena’, en bolero y paseíto, pegó mucho y me empezaron a llamar de los canales de televisión. Ya cambió el panorama”.

Lo nuevo

‘Tarjeta roja’ y ‘Bohemio y bacán’ son sus nuevas grabaciones en ritmo de paseíto. Sí, las mismas que convirtió en éxitos rocoleros Roberto Calero Piedrahíta, pero Escaleras asegura que no hay ningún problema con eso. “La música es universal y en vida de Roberto nunca canté esas canciones. El autor es mi amigo Jaime Correa, milagreño, y le dije que las grabaría”.

Es una forma -añade- de darles paso a que ahora no solo las canten, sino también a que las bailen.

“Tengo otra canción, ‘El abogado’, que está muy buena, con el ritmo picante y jocoso que me caracteriza, pero siempre con respeto”.

Máximo afirma que se siente bendecido porque tiene una carrera exitosa y a su lado, una familia en la que todos son artistas.

“Me ha ido superbién. Mi pasión son mi esposa, mis hijos y ahora mis dos nietos. Ellos son la razón suficiente para decir soy feliz con lo que he logrado”.

De su esposa, también artista, habla con pasión. “Es la mujer que un día dejó su casa para venir a vivir con este ‘chiro’, porque entonces no tenía nada más que una cama. Es la compañera de mi vida”.