El influencer venezolano Marko recibió a EXTRA en su casa, ubicada en un exclusivo sector de Miami, Estados Unidos. Él cuenta que en su tierra natal empezó su carrera como actor y cantante. Le iba bien, pero anhelaba un mejor porvenir. Por eso, en 2014 emigró en busca del denominado ‘sueño americano’, pero se estrelló con la cruda realidad.

“Hace ocho años hacía delivery. No había aplicaciones de nada, sino que recogía en el restaurante (la comida) y la entregaba sin GPS porque conocía los edificios. Después empecé a trabajar en construcción, de promotor de discoteca, hasta que los videos empezaron a hacerse virales y yo más o menos entendía del negocio del entretenimiento y empecé a facturar”, contó.

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Por otra parte, recordó sus inicios en Instagram, cuando las marcas comerciales no conocían el impacto de las redes sociales y no querían pagar los cien dólares que cobraba por video. Al mismo tiempo, seguía entregando comida para sobrevivir.

“Hasta que empecé a hacer shows, ñaño, y todo cambió”, dijo, olvidándose por un momento de su marcado acento de ‘chamo’ para empezar a hablar como ecuatoriano. Afirma que ama Ecuador y no olvida el apoyo que le brindó el presentador y actor Efraín Ruales, asesinado el 27 de enero de 2021.

“Fue bastante desagradable la noticia de Efra (su asesinato), pero por la luz que Efraín le brindaba al mundo, los que lo conocimos sabemos de lo alegre y duro que era ese ‘brother’ (hermano) en todos los sentidos. En realidad no tengo ni idea de lo que pasó, porque siempre es como hermético el caso. Cada vez que preguntas, como que la gente no te dice qué pasó realmente. Me quise quedar con el lindo recuerdo de él”, confesó.

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Otra muerte que le impactó fue la del exalcalde de Manta Agustín Intriago, asesinado en julio de 2023. El humorista lo conoció antes de un show en Portoviejo.

“Nosotros estábamos comiendo con él y su familia, tres días antes (del crimen). Para mí fue un shock”, mencionó con pesar y añadió: “De Ecuador solo tengo cosas buenas que decir, por eso digo que me da pesar ver lo que está pasando. Parece mentira, porque lo único que yo tengo del ecuatoriano es amor. Es lo único que yo he vivido del Ecuador”.

Sigue sorprendido de que la presentadora esmeraldeña Alejandra Jaramillo sea la novia de su gran amigo Beta Mejía. Dice que no fue el cupido de esa relación.

“No era amigo de Ale, yo era amigo de Efraín. Luego de lo que pasó, ella se vino a Miami. Le dije ‘pasa por la casa’ y tuvimos una conversación muy linda. Esa ‘pana’ llegó a este país muerta de miedo, con el hijo, por eso la admiro el triple. Con un futuro incierto, con una ilusión que nunca le había visto a nadie y me dijo sus planes”.

La Caramelo quería pegar en la televisión latina y Marko creyó que no lo lograría. Tampoco le dio contactos, solo la escuchó. “Como yo no la conocía tanto como a Efra, yo me dije: ‘Lo que ella tiene en la cabeza está difícil’, que era ingresar a un canal. Y ya luego de un tiempo la veo haciéndolo”, contó asombrado.

Asegura que después se enteró, al igual que todos, de que el colombiano y la ecuatoriana estaban de novios. Él los ve muy enamorados. “Nunca imaginé que la vida me iba a conectar de nuevo con alguien que yo también aprecio y quiero mucho como a Betica. Lo que más le enamoró a Beta es que ella es una especie en extinción por sus valores. Le tocó enamorarse a la vieja escuela, le tocó salidas sin besos. Me decía que le tocó volver a la adolescencia”.

El cómico admira lo trabajador y enfocado que está su ‘pana’ y espera que la pareja llegue al altar. “Me parece que ella es una bendición en la vida de él. No sé si ellos tienen planes de casarse, pero yo creo que deberían formalizar. Él siempre estuvo buscando en su vida una tipa como ella y dio golpe y golpe. Yo también estoy esperando cuándo va a ser la arrodillada con el anillo”, mencionó sonriendo.

Al preguntarle si le gustaría ser el padrino de la boda, respondió entre risas: “No me quiero ofender, pero lo hacemos público aquí para que les llegue a ellos. Espero que yo sea el padrino... No sé, no me quiero ofender”.

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