"Vivo un karma de amor”, fueron las primeras palabras que dijo Marián Sabaté cuando a inicios del nuevo milenio la boda que tenía planeada con Carlos Vera no se dio.

En ese entonces, la profecía del karma que le había lanzado una gitana en su adolescencia, en Barcelona, parecía que era una realidad.

La prensa, televisión y radio, comentaban sobre su relación, y en las reuniones en casa,  todos comentaban de su vida sentimental.

La rubia animadora se enamoró y cambió por él. Dejó de lucir sus minifaldas, generosos escotes y maquillaje llamativo por un ‘look’ más discreto. 

Muchos vieron a una Marian mas aseñorada, diferente a la imagen jovial y desenfadada a la que tiene acostumbrado a sus seguidores.

Y pese a que las redes sociales aún no tenían la fuerza de hoy,  sus fanáticos tejieron toda clase de leyendas urbanas sobre su relación: "Vera como buen latino, la domina", "La Sabaté cambió porque realmente está enamorada", "Vera volvió a hacer noticia al juntarse con la rubia animadora", eran los comentarios que se decían en las reuniones de amigos. 

Quince días antes de la boda, la  noticia del cambio de aros y la fecha del matrimonio, apareció en un reportaje de Mariana Romero, en la revista donde laboraba, con el título: “Locos de amor”. 

Sus fanáticas suspiraban al ver a una Marian abrazada de Carlos, mostrando orgullosa su anillo de compromiso.

No fue

Y cuando estaba todo listo para el matrimonio, desde las invitaciones, la recepción y todo lo demás,  Vera escribió a EXTRA solo un par de días antes para decir que cancelaba todo por motivos personales.

 "No puedo explicarlo con detalles solo puedo decir que mi boda con Marian no se va a dar. Alli quedamos" , dijo el periodista de opinión.

¡De no creer! Marián se enteró al otro día  que ya no se iba a casar, al leer este Diario. Pero como siempre hace la Sabaté, tras un par de días dio vuelta a la página y siguió su vida tan campante como ahora. Y es que por eso, sigue siendo la "reina de la prensa rosa"