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Farándula
A Maluma le encanta la ‘jama’ ecuatoriana, pero no lo sabe
EXTRA conversó con Federico Trujillo, el chef privado del paisa, quien cuenta todos los secretos gastronómicos con los que cautivó paladares extranjeros. Entre estos el del 'Pretty Boy'
Si Federico Trujillo fuera un sabor sería el de la tocineta, delicioso ante el paladar de la mayoría de los comensales... Durante 25 años de trayectoria, su carisma y entrega hacia la cocina fueron claves para que este colombiano logre enseñarle al mundo la gastronomía colombo-ecuatoriana y cautive las papilas gustativas del guapo de Medellín, Juan Luis Londoño (Maluma). Sí, 'cheferico' es su chef personal.
“Le encanta la comida ecuatoriana, el otro día le hice tigrillo. Él (Maluma) no sabe que es de la gastronomía ecuatoriana, pero sí sé que le gusta”, revela entre risas el gastrónomo originario de Cali (Colombia), quien está de visita por el país (Ecuador) que lo acogió hace más de 20 años para iniciar un proyecto.
Y no solo Maluma, Federico bien podría ser bautizado como el chef de las estrellas... Confiesa a EXTRA que cuando fue chef en jefe de importantes restaurantes de hoteles quiteños logró enamorar a otros personajes famosos como Juanes y el rey Felipe de España. ¿Cómo? Con una fusión de los mejores sabores de los países andinos.
También ha conocido el mundo gracias a su talento. Al ‘cheferico’ se le agotan los dedos de la mano para enumerar a los países que conoció siendo el cocinero privado del ‘Pretty boy’. Ha visitado más de 27, incluidos Finlandia, Noruega, Suecia, Ucrania, Bulgaria, entre otros.
¿Cómo llegó al intérprete de Hawai? Hace dos años, bastó una llamada privada a quien considera su 'sobrino', Maluma, para que lograra integrarse a su equipo y lo acompañara a sus giras como su chef personal.
"Yo lo conocí cuando era 'chiquitico', tenía 10 años e iba al restaurante (SushiLight) que tenía con su tío político, mi exsocio", rememora. De aquel encuentro, los recuerdos junto al paisa son interminables. Dice admirarlo por ver cómo creció artísticamente y la suspicacia que tiene para publicitar su música.
En la carita de Dios palpó los días más duros y felices de su vida. Luego de que en una crisis financiera que sufrió la familia familia, no tuvo otra opción que mudarse a Quito para iniciar una nueva vida. En la capital, el 'cheferico' encontró su vocación y con el apoyo de sus padres se graduó de gastronomía en la Universidad de San Francisco.
Sus primeros pasos hacia el éxito los dio en Ecuador. Gracias a su personalidad vibrante, cuando estudiaba logró trabajar como presentador en un espacio de cocina en dos programas matinales. "La universidad de la vida es la necesidad”, reflexiona.
De ‘buen diente’, Federico cuenta que apenas aterrizó a Guayaquil corrió a la búsqueda de un caldo de manguera: “Aquí le ponen el ‘gustico’, hay el juego del sofrito (preparación con ajo y cebolla), el sabor y la técnica muy bien elaborada”.
Apasionado por la música y la gastronomía, dice que en los fogones halló el sufrimiento y la pasión. “A mi me gusta cocinarle a alguien que realmente quiera comer rico y que, a través de la comida le pueda dar un gesto de amor”, finaliza.