Los fanáticos de Luis Miguel deliraron  cuando salió –a las 19:43– al escenario del estadio Atahualpa. Él, directo a cantar: “No culpes a la noche, no culpes a la playa. Será que no me amas”. “Ni un: ‘ustedes son el mejor público’, aunque lo dicen a todos. Nada”, lamentó Lucía Pacheco, una fan quiteña que se regaló por su cumpleaños una entrada al concierto del mexicano.

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Quienes sí se comunicaron fueron las centenas de parejas que acudieron al esperado show del miércoles 21 de febrero. Gerardo Palacio y Alondra Espinosa viajaron desde Loja con un día de anticipación. “Es que era la única fecha en Ecuador. Valía la pena”, dijo Gerardo.

Ellos tienen una canción que representa su relación y, claro, él se la cantó. Sobre todo la parte: “Y respiro de tu boca, esa flor de maravilla. Las alondras del deseo cantan, vuelan, vienen, van...”. “Por mi nombre me la dedicó desde hace tiempo y ahora la escuchamos en vivo”, comentó la esposa.

LuisMi no cambia. Ya se habían publicado en redes sociales los comentarios de asistentes a conciertos como en Bogotá. “Ni saluda ni se despide”, dijeron. Lo que sí hizo fue coquetear con el público a través de gestos. Un guiño de ojo, una señaladita, un besito volado, fueron las muestras de cariño del cantante, quien ya lleva 42 años de carrera musical.

Gio Mestanza comentó que solo es su forma de hacer su espectáculo. Aunque era la primera vez que lo disfrutaba en vivo, ya había leído las opiniones de otros países. Poco importó a la hora de compartir con su amorcito el espectáculo. “Es nuestra primera vez”, explicó Jesús Colmenares, un fotógrafo venezolano.

El gusto por la música del Sol es más de Gio, aunque su novio no tardó en aprenderse, por lo menos, unas tres canciones para acompañarla. “Ya te dije que te dedico ‘O tú o ninguna’, mi amor”, le susurró. Aunque el aprendizaje no fue tanto como para que le cantara el tema, ella solo lo abrazó y le plantó una ‘mucha’.

Ana García y Hugo Erazo son esposos desde hace 34 años y este es el segundo concierto que compartieron. “El anterior fue hace 15 años. A este teníamos que venir sí o sí”, comentó Ana.

Esta pareja de arquitectos procuró estar lo más cerca de LuisMi, porque no querían perderse ningún detalle. “Si ese rato me inspiro, le canto alguna (canción)”, dijo Hugo, quien confesó que no se sabe los títulos de las canciones, aunque lo escucha casi a diario.

La lista de canciones que interpretó el artista fue la misma que la de su paso por Bogotá - Colombia, el 17 y 18 de febrero. Las más aclamadas fueron las clásicas ‘La incondicional’, ‘Fría como el viento’, ‘Entrégate’, entre otras. Pero Gustavo Hurtado se quedó con las ganas de cantarle ‘Historia de un amor’ a su esposa Anahí Erazo. “Se la dedico todos los días. No recuerdo cuándo fue la primera vez”, relató.

Anahí dijo estar contenta con el viaje, pues se ‘pegaron’ una escapada desde Babahoyo, provincia de Los Ríos, para ver al cantante. “Yo no soy tan fan, pero sí mi esposo. Él me trajo con todos los gastos pagados. Es mi sugar”, bromeó.

Tampoco faltaron los despechados que corearon ‘Te puedes marchar’ o ‘Culpable o no’. La jornada tuvo para todos los gustos, incluso para los bilingües. El artista hizo un homenaje a Frank Sinatra interpretando a dúo con él (a través de un video) el tema ‘Come Fly With Me’ y con Michael Jackson ‘Sent Of a Woman’. Todo gracias a la tecnología.

Para quienes estuvieron atentos a lo que hacía el Sol tomaron como interacción a las frases: “Cómo dice mi gente” y “Mi mariachi”, luego de la actuación del Mariachi Vargas, de Tecalitlán.

Con 53 años, Luis Miguel estuvo imparable frente a un estadio lleno, recinto que tiene la capacidad para 35.000 personas. Que les diga hola o chao, finalmente, no importó demasiado a quienes hasta viajaron de otros países para verlo.

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