Karin Barreiro ya está instalada con sus hijos en Manta para conducir el reality ‘BLN’. Una vez más, el trabajo la separa de su esposo, el deportista Johan Gómez, pero la presentadora confiesa que están acostumbrados, porque en doce años de matrimonio muchas veces les ha tocado laborar en distintas ciudades. Hasta toman con humor el hecho de que cada vez y cuando en la farándula los ‘divorcien’ por eso.

“Estoy sacrificando un poco el tema del hogar, porque mi esposo trabaja en Guayaquil y también tenemos un negocio en Yaguachi, del cual se encarga. Nos toca estar divididos, pero con la felicidad de que estamos a tres horas y media de vernos. A diferencia de cuando estaba en Quito, acá nos vemos los fines de semana”, indica.

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Karin añade que tienen una relación basada en el respeto y el amor, lo que les permite continuar siendo felices a pesar de la distancia. “Solo nosotros sabemos el esfuerzo y los sacrificios que hacemos y por qué los hacemos. No es que queremos estar separados, o que yo estoy ansiosa de trabajar en televisión y por eso me voy. Hay responsabilidades y metas que queremos cumplir y parte de eso es ese sacrificio de separarnos y vivir en distintas ciudades”.

Agrega que los han ‘divorciado’ tantas veces, que se ríen un montón cada vez que leen o escuchan esos comentarios. “Tenemos una relación súper madura. Nos reímos de cada cosa que dicen y conversamos sobre eso, porque somos muy chismosos los dos. Estoy enamorada de la relación que hemos logrado tener”.

“Cuando nos fuimos, a pesar de la tristeza y de los inconvenientes económicos que se presentaron, lo hicimos con la alegría de saber que las cosas no se iban a quedar ahí, que un canal (Oromar TV) y marcas creían en nosotros”.

Karin confiesa que siente un amor especial por ‘BLN’, ya que de todos los programas en los que ha estado, es el único en el que puede ser ella misma, sin poses. “Creo que el estilo del programa se acopla a mi personalidad, solo que maquillada, porque en mi rutina diaria no me maquillo”, dice entre risas.

Reconoce que no deja de sentir temor por lo que sucedió en Gamavisión, canal que no les canceló los últimos cuatro meses de sueldo. “Oromar TV sabe que venimos arrastrando un trauma, nos han sabido comprender y tratan de darnos la tranquilidad que nadie nos ha dado para hacer el programa con toda la buena vibra. Estoy trabajando desde hace un mes y todo va excelente”.

Por otra parte, admite que la única opción que les queda para cobrar lo que les adeuda Gamavisión es ir a la parte legal. “Ahora estamos más tristes que antes porque será más difícil cobrar el dinero. El auspiciante ya pagó al canal, pero es la encargada de la televisora la que no quiere cancelar, por lo que la única solución que veo es irnos a lo legal”.

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