Cuando va a grabar algún tema, Jasú Montero tiene un ‘ritual’: apaga las luces de la cabina y se quita los zapatos. Dice que así se conecta con la música y le pone más sentimiento. Sobre todo ahora, que incursiona en los pasillos y  boleros rockoleros.

Reconoce que interpretar estos géneros es muy diferente a cantar otros a los que está acostumbrada, puesto a que hay que meterle mucho sentimiento y corazón para captar su esencia y poder llegar a quien lo escucha.

Cuenta que estos ritmos la trasladan a su niñez. “Desde pequeña veía a mi mamá que mientras cocinaba escuchaba pasillos. De ahí se me quedaron algunos temas y siempre me ha gustado cantarlos, pero nunca los había grabado hasta ahora”, comenta a EXTRA la artista de 41 años.

Entre otra de sus ‘manías’ para grabar está el uso de un solo audífono en su oído izquierdo, para que le deje libre su oído derecho y escuchar cómo va cantando.

Acostumbrada a los retos, desde que es solista ha podido explorar a gusto por la música, ya que lo suyo no es encasillarse en un solo género.

“Me ha tocado cantar de todo para satisfacer el gusto del público. Estoy muy feliz con mi disco de música ecuatoriana, pero eso no quiere decir que dejaré de cantar la música tropical. Lo haré hasta que Dios me lo permita”, dijo la también presentadora.

Todo un reto

Para Jasú, quien lanzó su reciente trabajo ‘Ecuatorianísimamente Jasú’, este disco íntegramente de música nacional, ha sido su mayor reto.

Lo realizó junto al productor Pedro Chinga, hijo del fallecido Marqués de la Guitarra, de quien heredó el nombre y la vocación artística.

La producción incluye temas  Lejos de ti, Las tres Marías, 17 años, Apasionadamente, Cementerio, Como voy a olvidarte, Faltándome tú, Ingratitud, La pena de mi viejo, Tendrás que recordarme, Tinta roja , Collar de lágrimas, entre otros.