Llenan conciertos sin ser cantantes, son los favoritos de las marcas publicitarias, protagonistas de muchos eventos y seguidos por miles e incluso millones de personas en sus redes sociales. Sin embargo, son cuestionados por su supuesta falta de talento. Estos son los influencers.

Ellos se están posicionando cada día más en el mundo del espectáculo. Tanto así que se han ubicado con facilidad en plazas de trabajo por las que muchos han peleado. Tal es el caso de los creadores de contenido mexicanos Kimberly Loaiza y JD Pantoja, quienes dieron un concierto en el Palacio de Cristal en Guayaquil la semana pasada. Los boletos, que costaron desde los 30 hasta los 100 dólares, se agotaron.

La comunicadora social y youtuber Arleth Pérez, quien estuvo presente en el espectáculo, critica que ellos son cien por ciento influencers y no cantantes.

“Empezaron creando videos y aunque tienen derecho a crecer como artistas, parados en una tarima los sigo viendo como youtubers. No me parece que tengan talento para ser cantantes. Les queda grande aún esa palabra”.

También es el caso del mexicano Kunno, quien se volvió popular en TikTok debido a la ‘Kunno caminata’, una coreografía creada por él y que millones de personas copiaron.

Él grabó un tema con la ecuatoriana Dayanara, ‘El ganado’. Aunque no es cantante profesional, la canción ‘pegó’ tanto que la cantaron en los Premios Heat, en República Dominicana.

En una entrevista con Kunno, EXTRA le consultó si lo suyo era cantar y dijo: “Sí, es lo mío. También de quien lo desee y lo sueñe. Todo es para todos. Quien trabaje honestamente y sin hacer daño a nadie puede ser y estar en lo que desea”.

Algo similar pasó con la ecuatoriana Andreína Bravo, quien brindó un concierto en vivo en Panamá. Le dieron ‘palo’, pues los cibernautas alegaban que no cantó bien. Incluso la mandaron a tomar clases de urgencia.

EXTRA pidió la opinión de sus seguidores para saber qué tan bien o mal les pareció la presentación de Bravo: 8 de cada 10 comentarios fueron negativos.

Seguidores los defienden

Ante esto, el periodista Mauricio Altamirano, más conocido como el Cuy, explica que Bravo “es otro de los personajes mediáticos que gozan de popularidad en redes sociales y que cuentan con una cuadrilla de seguidores dispuestos a defenderlos de las críticas”.

En realidad, ella fue medianamente conocida por su paso en el desaparecido reality ‘Combate’. Luego se lanzó como cantante con su expareja Carlos Lira formando el dúo Libra, pero nunca despuntó. Fue cuando ganó el reality turco ‘El poder del amor’ que retomó su sueño de ser cantante, obteniendo reconocimientos internacionales (Premios Heat 2022).

“Es evidente que Andreína no canta. Tiene miles de seguidores, carisma, es guapa, pero no debe ser considerada cantante, porque lamentablemente no canta. Ya ha quedado en evidencia en varias entrevistas en donde ha intentado cantar a cápela y no lo ha hecho nada bien. Debería primero prepararse para lanzarse”, sostiene el Cuy.

Cambió el mercado

Pero el cronista de espectáculos Stalyn Ramos considera que se ha abierto un nuevo mercado artístico, ya que con la era digital el desarrollar un talento no cuenta, solo es válido el contexto social: lleno de ropa cara, visitas a lugares exclusivos o exóticos y todo el glamour que se muestra en los perfiles de distintas redes sociales.

Dice que ahora, primero tiene que mostrar su vida y ser llamado influencer, para luego preguntarse si tiene talento. Y aunque no lo posea, este nuevo mercado lo convierte en cantante, actor o bailarín, para llegar a esa comunidad digital que le sigue.

“Si yo sé que no puedo ni cantar ‘Los pollitos dicen’, no me voy a arriesgar a ser el blanco de críticas. En el caso de las actrices que cantan, lo ideal es buscar un productor musical que te ayude a escoger el género que va contigo. No hay que empeñarse en cantar lo que no te sale”.

Otro caso es el del youtuber ecuatoriano Kike Jav, quien recientemente incursionó en el género musical de los corridos. Antes de eso, había cantado música tropical con el artista Gerardo Morán. Aunque Kike ha sido muy criticado por su voz, continúa luchando por ese sueño y buscando el estilo que mejor se adapte a él. Incluso ha admitido en diálogo con este Diario que él no canta, pero se está preparando.

Ellos mismos se venden

La experta en marketing y promotora musical Zuley El Wakel piensa que este tipo de artistas se suman a la industria, invitando a los antiguos a sumarse al mundo tecnológico, a crear promociones en redes sociales.

“Muchos de ellos no necesitan ser vendidos en medios de comunicación como radio o televisión, pues solitos se venden en campañas digitales. En el concierto de Kimberly Loaiza y JD Pantoja (del que ella estuvo a cargo), la mayor cantidad de boletos los compraron vía online”, explica a manera de ejemplo.

Renata Salem, actriz

"Zapatero a su zapato. Si eres influencer, genial; pero debes aprender y estudiar, por respeto a la profesión y a las personas”.

Tábata Alvarado, cantante

"Es importante estudiar para estar listo en este camino de la música. Hay institutos de arte que ayudan en esto”.

Fernanda Gallardo, presentadora

"En el arte hay espacio para todos. Gracias a las redes sociales se logran muchas cosas. Uno tiene que reinventarse”.

Zully Guillén, influencer

"Todos tenemos derecho a cumplir nuestros sueños. Comencé a hacer videos y ahora tengo mi empresa y proyectos. Fui una chica reality”.

Aura Arce, comunicadora social

"No estoy en contra de quienes llegaron a la palestra y se quedaron, pero también hay que dar oportunidad a quienes se prepararon”.

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