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Farándula

El grupo Inmortal Kultura puso a rapear a todos en quichua.HENRY LAPO

El hip hop la rompió en Quito

Artistas se juntaron para reivindicar esa cultura asociada con la violencia. El público compartió las líricas y hasta bailó.

A Gardenia Muñoz, el hip hop la libera. Hace un año empezó a ‘lanzar’ pasos para esa cultura musical. Aunque nació en la ‘Yoni’, “fue esa gente latina, esa gente negra quien lo creó. Para mí el hip hop es integración”, describe.

Poco a poco, se van rompiendo estereotipos que vinculan a este género con la violencia, explica Muñoz, quien ha bailado para la Compañía Nacional de Danza y es actriz de teatro.

"El hip hop siempre ha sido relegado, pero para mí es sagrado porque permite romper estereotipos y anular la idea de que quien lo hace es un malandro".Gardenia Muñoz

Ayer, ella y, al menos, una docena de artistas pusieron a temblar el parque Cumandá, en el centro de Quito, durante un festival del género. El objetivo de la puesta en escena era reivindicar al hip hop desde la educación.

Durante una semana, músicos de Estados Unidos, Puerto Rico, México y Brasil compartieron con los quiteños el arte de beatbox, el rap y el break dance. “Participó gente desde los 5 años hasta los 40. En Ecuador hay muchos que están empezando y hay talento”, revela Black Rhythm, diplomático cultural de Next Level, una iniciativa que usa al hip hop como una herramienta para mantener los lazos comunitarios. El puertorriqueño es un ‘duro’ del beatbox, que es el arte de utilizar la voz para crear efectos especiales, ritmos y acompañamientos.

"Este género es como un espíritu, una fuerza que impulsa a luchar contra la opresión, contra las malas decisiones políticas, a seguir adelante".Christian Iza

Durante el show, el idioma no es una barrera para Inmortal Kultura, un grupo de Cotacachi (Imbabura) que rapea en quichua. Aunque sus líricas buscan afianzar el sentido de pertenencia a su comunidad, lo que más sorprende a los músicos es la capacidad del público de aprenderse sus temas.