Hoy solo se escucha a Héctor Lavoe. El mensaje, colocado en la cuenta de la red social Twitter de los fans del salsero puertorriqueño-estadounidense Raphy Leavitt demuestra el respeto y admiración que todos le tenían a Lavoe, quien este 30 de septiembre de 2022 cumpliría 76 años de vida.

Si habláramos de Héctor Juan Pérez Martínez, pocos sabrían de quién se trata. Pero si decimos que esa persona es el mismísimo Héctor Lavoe, todos sabrían que hablamos de uno de los exponentes más grandes de un género musical que se mantienen latente en Latinoamérica, Estados Unidos y el mundo.

Nacido un 30 de septiembre de 1946, en Ponce, Puerto Rico, Lavoe, La Voz, como también se lo conoce, es uno de los referentes de la salsa a nivel mundial. Emigró a Estados Unidos muy 'peladito' aún y se estableció en la ciudad de Nueva York, donde muchos dicen que nació la salsa de la combinación de una serie de ritmos.

Desde 1967 a 1974 formó parte de la orquesta de Willie Colón, con quien cosechó grandes éxitos como 'Aguanilé', 'Che che colé', 'La murga' y 'Calle Luna, calle Sol'.

Luego se separó y ya como solista y luego arrancó una carrera musical sin freno, en colaboraciones musicales con diversos artistas y grupos, como: Celia Cruz, Tito Puente, Richie Ray, Ismael Rivera, Tito Nieves, Óscar D'León, Andy Montañez, El Gran Combo y, por supuesto la memorable Fania All-Stars, un conjunto de los más granes artistas del momento.

Tal fue su influencia que incluso llegó a cantar con los artistas románticos José José, de México, y el español Raphael, y hasta con John Lennon, fundador de Los Beatles. Y cómo olvidar también cuando en 1974 la salsa llegó al África, de la mano de Lavoe y la Fania All-Stars, llenando y haciendo vibrar a todos en el estadio Tata Raphaël de Kinshasa (Zaire, hoy República Democrática del Congo).

Su último paso por Ecuador

En Ecuador, Héctor Lavoe cantó dos veces, en 1983 y 1984. Según recuerda la historia y se cuenta en el libro 'Cada cabeza es un mundo', de Jaime Torres Torres, Lavoe tuvo una anécdota especial en su llegada a Guayaquil, en el año 1984. Todo ocurrió cuando el cantante se iba a subir el escenario y se le rompió el pantalón.

Según se relata en el libro, Lavoe le dijo a su amigo y representante:

—Tocayo, tengo un problema, tengo un problema.

—¿Qué le Sucede, Tocayo?

—Se me rasgo el pantalón y no tengo calzoncillos…

Pero el show siguió con toda la algarabía del caso, hasta que al final el cantante habría dicho ante el público:

- Mi gente, pa’ que ustedes vean que yo soy un macho de verdad… ¡Miren esto!

Entonces se puso de espalda y mostró sus nalgas, aunque hay quienes dicen que también habría estado algo ebrio y habría realizado gestos obscenos. No faltó más, la policía le cayó encima a Lavoe y su representante y se los llevó a la cárcel, donde pasaron la noche.

Sobre lo ocurrido la mañana siguiente se han generado una serie de historias que ya con 'leyendas urbanas': que el alcalde de ese entonces, Abdalá Bucaram lo saco luego de que pagaran un billete; que pagó y se fue a su país; que el Loco, como le llaman a Bucaram, lo liberó pero se lo hizo cantar gratis; que lo llevó de farra y canto por diversos sitios de Guayaquil...

Como sea, por donde piso, Héctor Lavoe dejó su huella Y, como dice su amigo Willie Colón: "Feliz cumple (76) celestial a mi panita El Cantante de los Cantantes, Héctor LaVoe!".