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Farándula
Gabriela Pazmiño: "No le vengo a robar pantalla a nadie, yo vengo a aportar"
Dice que llegó a aportar al equipo del programa. Confiesa que se dio cuenta de que extrañaba la televisión cuando la invitaron a un canal en Panamá. Estuvo dos años y medio alejada de la TV.
Su corto paso por el programa ‘Revista mujer’, del canal Nex en Panamá, hizo que Gabriela Pazmiño sintiera que debía regresar a la televisión; sin embargo, no se daba la oportunidad, por lo que pensó que su retiro de dos años y medio se tornaría indefinido.
Hace cinco meses llegó la propuesta de ingresar como presentadora del matinal ‘Noticias de la mañana’, de RTS, y lo aceptó, pero no sin antes comenzar a trasformarse espiritual, mental y físicamente. Bajó 20 libras, su rostro luce distinto, está bronceada y tiene un nuevo look.
¿Extrañaba la TV?
La extrañaba demasiado. Traje mi agüita bendita para mi estreno. Estaba muy nerviosa, pero regresé al canal que me dio mi primer contrato.
Aceptó ser parte del matinal hace varios meses...
Fueron 5 meses desde que firmé este contrato de manera clandestina, porque lo hice en la sala de mi casa y en total reserva. No se lo dije a nadie para que después no digan que soy sapa (...) sentí que esto es un renacer para mí. Vengo a un equipo consolidado, a aportar lo poco que pueda hacer.
Son 32 años de trayectoria...
En los que nunca dejas de aprender. Creo que le puedo aportar al programa frescura, el ser ama de casa y emprendedora. He crecido con muchas amas de casas. Me siento madura, una mujer estable, pero no puedo perder la esencia, por eso mi enfoque seguirá siendo la familia.
Se despidió de la pantalla para dedicarse a su familia.
(Risas) Regreso por ellos. Cuando salí de la TV fue porque comencé a mirar el reloj y sabía que ya no debía estar en ese espacio porque deseaba estar en casa (...) cuando les pregunté a mis hijos si podía regresar, me apoyaron, ya no querían verme tanto en casa.
¿Cómo fue el proceso de pérdida de peso?
Primero estaba entrenando con una amiga, pero ella se fue de viaje y fue cuando llamé a Érika Segale. Quise empoderarme y verme bien en pantalla, me hice mis retoques, me puse mi ácido hialurónico, no me puse bótox porque le tengo respeto. Cambié mi color de cabello con expertos, un rubio no tan chillón. También hice dieta, acudía a consultas de aparatología. Mi familia me ayudó mucho en mi proceso de pérdida de peso.
¿Sintió que ya no regresaría más a la TV?
Por supuesto, y se cerraron muchas puertas. No puedo decir que no y que vivía felicidad. Hubo momentos de tristeza.
¿Quizá fue por cosas que leía?
Recibí palabras del ‘ya está caduca’, ‘tu oportunidad pasó’, ‘todas las puertas se cierran’, pero el volver me hace dar cuenta de que aún hay algo para mí.
En redes sociales, a su hija Nuni la comparan mucho con usted...
Eso es un halago para mí porque me están diciendo que me veo joven. La verdad es que ella tiene mucho de mí.
Ya se especula que no dejará hablar a sus compañeros.
(Risas) Ya les dije que si no los dejo hablar, que me lo digan. Como me dijo Carlos José Matamoros: ‘Soy un huracán’, pero no es por mi culpa, sino que es parte de mí, de mi adrenalina. Lo que aprendí del programa anterior (‘En contacto’) fue a respetar el espacio de cada persona, me costó porque siempre me acostumbré a las duplas (...) No le vengo a robar pantalla a nadie, yo vengo a aportar.