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Farándula
A los fans de Daddy Yankee les encanta la 'Gasolina'
Yolanda Rivera prepara su mejor ‘perreo’ y piropos para el show del Big Boss. Le gusta esa canción del músico y por eso se aguantó la megafila para conseguir los boletos.
Yolanda Rivera estaba arrepentida de no haberse amanecido en la fila para comprar las entradas al concierto de Daddy Yankee, que se realizará en Quito el próximo 5 de octubre.
Fue su nieto Dylan quien la acompañó al Centro Comercial Iñaquito (CCI), en el norte de la capital, para adquirir los boletos. Llegó poco antes de las 09:00 de ayer y, al menos, unas 800 personas le llevaban la delantera.
Pero eso no desanimó a la abuelita, quien es súper fan de la música del Big Boss, que luego de esta gira -en la que recorrerá 40 ciudades- se despide de los escenarios. “Mi canción favorita es ‘Gasolina’ y claro que voy a bailar en el show”, confesó Yolanda, quien esperaba acceder a dos pases para preferencia, pues iría con su esposo.
Ella asegura que su marido no es celoso, por lo que, además del ‘perreo’, está practicando unos piropos para gritarlos cuando vea al Yankee. “Es guapísimo. Si lo viera le diría: si fuera más joven te enamoraría”, bromea.
Su nieto, quien ha escuchado al puertorriqueño desde los cinco años, también se volvió fan. Irá a general con dos primos y por el artista hasta se raparía la cabeza para compartir look.
Y, aunque afuera de ese centro comercial todo fluía con tranquilidad, en el interior había caos. La fila se convirtió en una ‘colmena’ de personas que reclamaban por los ‘colados’.
Jaqueline Robalino, Enma Espinel y Richard Quintana ‘acamparon’ en los exteriores del lugar. Sabían que la venta en línea “no iba por buen camino”, así que se movieron hasta el CCI para comprar 12 entradas (1.020 dólares) para una de las localidades, ubicada en la cancha del Estadio Olímpico Atahualpa, donde se realizará el espectáculo.
Robalino retrasó el pago de la pensión de la escuela de su hijo para cancelar de la entrada. La vez pasada se quedó sin ver al músico, porque estaba recién casada y no le dieron permiso, pero ahora no se repetirá.
“Me muero por el concierto. No es justo que la venta sea tan desorganizada. Cuando nosotros llegamos a las 23:00 no había más de 50 personas. Ahora para sorpresa hay un montón de gente adelante”, cuestionó.
En fila y desinfectados
A 12 kilómetros del sitio, en el Condado Shopping, también en el norte de la urbe, la fila avanzaba sin trabas. Unas 450 personas llegaron hasta ese centro comercial para adquirir sus boletos.
Juan Dávila esperaba formadito a que le tocará su turno. “Yo llegué en la mañana, pero algunos estuvieron desde ayer (martes) en la noche. Me fugué del trabajo”, dice.
Mientras el chico contaba lo fanático que es de Yankee, personal del lugar recorría la fila para desinfectar -una y otra vez- el espacio.
Paola Landeta, gerenta de producto de ese centro de comercio, explicó que cumplir con los protocolos de bioseguridad es fundamental para estos eventos. Incluso reveló que tuvieron una experiencia similar sin ‘desmadre’ cuando habilitaron la boletería para el show de Bad Bunny.
Entradas
Los boletos más económicos están en 30 dólares, pero para ver de cerquita a Yankee deberán pagar hasta 260.