Como si la hubieran abusado sexualmente no uno, sino miles de personas, así describe la violación a la intimidad la actriz Emma Guerrero, luego de que se difundiera su video íntimo con el actor venezolano José Ramón Barreto, el pasado 14 de julio de 2020.

Un video que ya tenía más de dos años y que por ninguna circunstancia debió llegar a los celulares de miles de personas, incluida su madre Jéssica Mosquera, quien fue su pilar fundamental durante este duro proceso.

Nadie la tocó físicamente, pero se sentía utilizada, es que para ella, no hay nada que describa las horas de terror que vivió, las noches de insomnio que soportó y las pocas ganas de continuar en este mundo que parecía, le daba ‘palo’ por grabarse íntimamente.

“Me sentí violada. Sentí una violación masiva. Muchos me vieron en un acto sexual sin mi consentimiento. Algo que recuerdo, cuando estaba destruida, es que mi mamá me dijo que tenía que tomar el ‘toro por los cuernos’ y así fue como lo hice. Nunca pedí cámaras para pelear legalmente porque esto es cuestión de justicia. No quería hacer de esto un show. Fue complicado y difícil, pero sí se puede. En ese momento tan oscuro mi única fortaleza venía de arriba: Dios me mantuvo de pie”, detalla.

Hoy, Emma narra aquella dura experiencia con la convicción de que la Asamblea Nacional ponga ‘mano dura’ en las leyes contra la violencia sexual digital y que fortalezca la lucha contra los delitos informáticos. Un paso que se dio el pasado 6 de mayo, cuando se aprobó la reforma penal contra ese delito.

Se trata del artículo 178 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) que tipifica el delito de violación a la intimidad. En el que se refiere a la grabación u obtención y publicación de información de otra persona sin su autorización, estableciéndose una sanción con pena de uno a tres años de cárcel.

Emma siente que sus campañas en contra de este delito no fueron ni serán en vano. Siente que sus hashtags #MiIntimidadViolada, #Yorespeto #Yoloborro, entre otros, dieron fruto, por eso hace un llamado a la conciencia, no solo de las autoridades, sino de aquellos usuarios que comparten videos o fotos sin consentimiento.

“No es justo lo que me pasó. La persona que está en este video conmigo fue la que me dijo que deje todo así porque en la farándula lo iban a olvidar, pero no, nunca me rendiré”, cuenta la también influencer.

Guerrero dice que si hay un consejo que pueda darle a las víctimas de este delito, es que no dejen que la vergüenza frene las ganas por hacer justicia.

“Esto no es normal. No es normal que quieran hacerte menos, no es normal la extorsión, no está bien que te sientas menos o que creas que debes callarte. Así como se come y se hace las necesidades biológicas, así es el sexo, todo el mundo lo hace. No hay que tener vergüenza porque alguien te vio y que por eso quieras cambiarte de país y hasta de nombre”, agrega.

NO DESCANSARÁ

La joven dice que su lucha no es solo por lo que vivió, sino por todas aquellas chicas y hombres que en medio de todo el escándalo y linchamiento que atravesaba, le escribían en sus redes sociales y le contaban el martirio que vivían.

“Llegaré a saber cómo se difundió mi video, quién fue el culpable y ya teniendo en claro la penalidad, nos vamos de largo con mis abogados. Mi lucha no va a parar y no es una pendejada como lo dijo un periodista de internet. Muchas mujeres se han quitado la vida porque no sabían cómo dar la cara ante la sociedad en una situación como esta. Esto no es una pendejada”, menciona.

De todo el momento oscuro que pasó, detalla la falta que le hicieron los antidepresivos para poder dormir y lograr superar la baja emocional que tenía.

“No comía y si lo hacía era por mi hija porque estaba embarazada. Aguanté el dolor porque no tenía de otra y no podía medicarme por mi embarazo. Una noticia tan bonita que quería contarle al público, pero tuve que guardarla hasta el final porque fue opacada por alguien malévolo que cree que en las redes sociales no había una ley que nos amparara y que podía hacer lo que quería”, agrega.

EL PERDÓN

Pese al daño que le hicieron, Emma asegura que en su corazón no hay una gota de rencor.

“Ya tengo perdonada a la persona que difundió mi video y a todos los que lo compartieron y creo que por eso se viene la justicia terrenal. La divina fue mi perdón, pero eso no significa que no quiero que se castigue al responsable, porque el karma existe”, explica. 

La abogada Cristina Aguilar dice que la ley sí sanciona la violación a la intimidad en el país.

Explica que el artículo 178 del COIP menciona que la persona que sin consentimiento difunda, reproduzca, intercepte, por cualquier medio videos, información reservada, será sancionada con pena privativa de la libertad de 1 a 3 años.

“Eso es violencia sexual digital y esta ley trata de prevenirla. La ley protege esta violación a la intimidad. Entorno a esto, una asambleísta presentó una reforma el 8 de mayo del 2021 en contra de esto, buscando proteger más este tipo penal porque cuando el que difunde participa, esto no era delito. Con este proyecto de ley se protege esta situación. Ahora hasta la ciberextorsión se sanciona”, detalla.

Según Aguilar, el proyecto de reforma de ley ha sido tergiversado, pero no debería ser así, ya que, según ella, se está tratando de ayudar a que esos delitos no queden en la impunidad como algunos.

“Para mi opinión está bien, porque cuando alguien participe de un video o grabación pensará dos veces en difundirlo”, argumenta.