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Farándula
David, el maestro de matemáticas que canta reguetón sin apelar al sexo ni la vulgaridad
¡'Sin chuchaki', pero bien 'happy'... en Cristo!
Salir a pegarse un buen encebollado y toparse al ‘pana’ de la esquina con cara de sueño y un aliento a dragón (¡chuchaqui, más claro!) le ha pasado a cualquiera. Bailar y ‘vacilar’ esta anécdota es ahora también posible.
Y es que el reguetonero guayaquileño David Jiménez, mejor conocido como David, Una Sola Fe, aprovechó esta cotidianidad de la vida para cantarle con alegría y a la vez llevar un mensaje positivo, que motiva a evitar el exceso en el consumo de alcohol.
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‘Sin chuchaki’ es la canción que, a ritmo de reguetón, llega como una advertencia de tipo jocoso que enfoca los problemas en la salud, pero a la vez lleva a ‘mover el esqueleto’ a quien la escucha.
Y es que este reguetonero de 36 años, también profesor de matemáticas en una escuela de Durán, ha encontrado en la música positiva la forma de expresarse al rimo que le gusta, sin estigmatizar ni ensuciar la letra de sus melodías, asegura.
“No es por criticar o censurar, pero el género urbano está estigmatizado o sus letras son muy explícitas”, dice al comentar el porqué de su propuesta musical, en contraste con canciones que, en su mayoría, apelan al sexo o los excesos.
“Y no está mal eso”, aclara, pero recuerda que también “existen letras fuertes que son como poesía”. Y pone como ejemplo la canción ‘Por eso lloro’, de Vico C, que en una parte dice: “Y vístete de piel, trata de entrar en mi hoguera de pasión”. “Ahí está explícito lo que quiere decir el artista, pero lo está expresando como un caballero”.
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Por eso, cuenta David, Una Sola Fe, toda su nueva producción, titulada ‘Dando vida con rimas’, aborda temas de la vida cotidiana que llevan a la reflexión, “a través de mensajes reales, de fe, basados en principios y valores”.
De allí que recalca que si bien está de por medio la fe, "esta no es música cristiana", sino que "va más o menos la linea de Vico C o Gerardo Mejía, la canción se la puede bailar, oír, disfrutar pero a la vez estás oyendo algo positivo, un mensaje de vida, esa es la intencionalidad".
Sobre su profesión, la de maestro de matemáticas en una escuela de Durán, asevera que esta relación con los jóvenes lo ayuda mucho, pues "ahí está la fuente del género urbano (...) He puesto esta música inclusive a chicos de 14 a 15 años y me dicen que está súper buena la canción".
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