La sensualidad de Conny Garcés, más allá de su belleza física, radica en su inteligencia y la seguridad que proyecta. Con 28 años, la presentadora de farándula confiesa a EXTRA que sus labios y su mirada seductora son sus armas más poderosas, y aunque en las redes sociales deja ver flores y regalos que le llegan de un galán misterioso, dice que duerme sola y vistiendo una top con un cachetero viejo que para nada es sexi, pero sí muy cómodo.

¿Se considera una mujer sexi?

Sí, soy sexi, creo que eso denota seguridad de mi parte. A veces las mujeres no se sienten atractivas porque no tienen la certeza de lo que somos, de lo que tenemos, del arma mortal que podemos ser para el sexo masculino y para intimidar a las mujeres también. Mi lado sexi no solo está en mi belleza física... una mujer inteligente seduce mucho más que con su cuerpo.

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¿Qué parte de su cuerpo le gusta más?

Mis labios, modestia aparte, siento que son lindos. Otra parte que me gusta es mi cintura. No soy flaquita, soy más bien ‘tuca’, pero tengo como un cuerpo de reloj de arena y trato de mantener mi cintura finita. No hago ejercicios, pero cada cierto tiempo dejo a un lado los carbohidratos que me puedan hacer subir de peso.

¿Qué piropos recibe por sus labios?

Por ahí me han dicho: “¡Qué lindos labios, me gustaría probarlos!”. Además, también que tengo una mirada muy sexi, intimidante y hasta cierto punto desafiante. Eso me gusta porque sé que tengo una mirada fuerte y expresiva, que denota lo que estoy sintiendo.

¿Es un plus ser sexi en su carrera?

Considero que sí. Todas las mujeres somos sexis, solo tenemos que explorar ese lado y potencializarlo.

¿Cómo es su ropa interior?

Aunque no lo crean, mi ropa interior puede ser muy variada. Si tengo que salir utilizo hilos, pero para dormir uso cacheteros flojos, de esos que ya el elástico no sirve y poco más les ponemos un moño para sostenerlos, para nada sexis pero sí cómodos. Si tengo pareja, ahí sí me pongo algo más coqueto.

¿Cómo duerme ?

Sola (risas). Mi ropa interior es un cachetero viejito y una top. Muy rara vez uso pijama en mi casa, aunque si estoy de viaje, obviamente sí. Con pareja uso una batita sexi, algo que pueda generar siempre pasión.

¿Al dormir le gusta que su pareja la abrace, o para usted el sueño es sagrado?

Cuando he tenido pareja me gusta dormir abrazada, mi espalda hacia el pecho de él. No de frente porque siento que la respiración de la otra persona me ahoga. Es importante que hasta conciliar el sueño, me abracen. Hay parejas que no lo toleran, yo sí, me gusta sentirme consentida en todo momento.

¿Qué locura ha hecho en la intimidad para su pareja?

Depende de la complicidad con la pareja, no ha sido nada del otro mundo ni extraño. Me he puesto algún tipo de lencería súper sexi, he hecho algún baile. Soy tranquila en ese sentido.

¿Se identifica con una gata o una leona?

Soy cien por ciento una leona, soy Leo, y somos apasionadas, entregadas, sexis, controladoras. Nunca como una gatita, porque es un animal muy tierno para lo que yo soy, al menos si estamos hablando al momento del amor y la pasión. Obviamente también soy tierna, pero no tanto como un gatito. Eso apagaría mi esencia, mi llama. Soy una leona totalmente.

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