“Su frase célebre era que iba a morir con un cigarrillo en la mano como León Febres-Cordero”, recuerda Brenda Nicola, exesposa de Carlos Alberto Vicente, al contarle a EXTRA cómo fueron los últimos momentos del presentador argentino antes de morir y cumplir lo que quiso.

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Ella lo ingresó al hospital el pasado 1 de junio y al día siguiente, a las 16:00, murió. “Él no dejó de fumar (...) Tuvo una pulmonía, después un paro cardíaco y falleció, ya no aguantó. Él seguía fumando. Hasta lo último pasó en casa con su hijo, él no quería estar en hospitales solo, quería estar siempre con su hijo, porque el amor entre los dos era impresionante”, relata.

Brenda recuerda que ya en sus últimas horas ‘vio’ a quien fue su amigo, el exfutbolista, periodista y político Carlos Luis Morales, quien murió en 2020.

“Ese día que lo llevé a la clínica me dijo que había hablado con Carlos Luis Morales. Me dijo que lo viera, que estaba con él. Era un amor de hermanos que se tenían”.

Recalca que Carlos Alberto Vicente estuvo bien todo el tiempo, no estaba convaleciente, pero sí se ahogaba por el problema de saturación de oxígeno, pues seguía fumando.

Brenda revela que en 2018 él se salvó del cáncer de colon, el cual estaba encapsulado. Se lo operó e incluso pasó por 12 quimioterapias y no se le cayó el cabello. Desde entonces dejó de trabajar, logrando recuperarse al cien por ciento, sin embargo, ya llevaba mucho tiempo luchando contra un enfisema pulmonar, por lo que, “es bueno decirlo: el cigarrillo mata”.

Brenda narra que su público todavía le pedía autógrafos. Incluso, recuerda que en una ocasión estaban comiendo, y una señora se acercó y le pidió ayuda porque no tenía dinero para comer. En ese momento, él metió las manos en sus bolsillos y sacó todo el dinero que tenía.

“Quisiera volver a ver a la señora, saber qué pasó con ella y espero que lea esta entrevista, porque fue algo muy bonito. Ella se le volvió a acercar tiempo después y le dijo: ‘Carlitos, gracias a ti pude poner una panadería y de ahora en adelante quiero que nunca te falte el pan’. Pudo ayudar a ella y a muchos más, porque era sencillo, humilde y de abrazar a todos”, añade.

Brenda finaliza recordándolo como un hombre que siempre que hablaba hacía reír a la gente. “Sé que sus amigos lo van a extrañar porque era el rey de la fiesta, no por la farra, sino por sus bromas, por sus temas de conversación, por sus consejos. Era muy sabio, leía mucho y siempre tenía cosas buenas que decir”.

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