En su corazón solo hay amor y nada de espacio para el odio o la negatividad, asegura la bailarina Carla Sala, luego de que recibiera varias críticas por someterse a una sesión fotográfica utilizando bikini, en General Villamil, Playas.

En redes sociales decían que estaba pasadita de peso o que tenía mucha edad para hacer ese tipo de cosas. Ante esto, Sala, de 52 años, explica que desde niña se dio cuenta que no hay una edad específica para lucir lo que a la persona le gusta, así como tampoco la hay para privarse de mostrar el cuerpo si quiere.

“Así seas una señora de 80 años, madurita, pasada de peso o delgadita, puedes ponerte lo que desees. Si la persona se siente feliz de hacerlo, no hay edad para usar bikini. Depende de cada ser humano”, menciona la expresentadora.

Carla dice que las críticas nacen de un tema de inseguridad en cada ser humano, incluso las asocia con la infelicidad.

PERSONALIDAD

La guayaquileña recuerda a Brasil y la personalidad de su gente ante este tipo de situaciones. Según ella, en ese país hasta embarazadas salen con hilos y no se fijan si tienen celulitis.

“Muchos pierden su tiempo criticando. Cuando se es feliz, como yo por ejemplo, no se hace eso. Cuando veo a una mujer en traje de baño digo: ‘¡Qué divina!’. Que se ponga lo que quiera así esté pasada de peso, igual será hermosa porque se siente bien. Cuando eres infeliz y no te has realizado, detestas al otro y buscas hablar mal”, agrega.

Para Sala, es importante que las mujeres estén unidas sin tener celos o envidia, como en Argentina, donde las chicas van a las calles a reclamar sus derechos y no están criticando a la otra.

“Preocúpate por tu alma porque nadie es perfecto. Para mí todas son hermosas, cada mujer es especial y tiene su encanto porque estamos bendecidas. Tenemos que querernos mucho. Y cuando eso pase, seremos felices”.

En las próximas semanas estará dando detalles de su nueva colección de trajes de baño para todo tipo de cuerpo.

“Más allá de toda mi carrera versátil, siempre me identifiqué por mi piel bronceada, mis bikinis y los calendarios. Quién mejor que yo para lanzar esta propuesta ”, dice y recalca que la idea de estas primeras fotos fueron de su amigo y el encargado de cuidar su imagen José Vargas en colaboración del fotógrafo Nevel Saberhagen.