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Farándula
Bebitos Fiu Fiu criollos ¡Pillados en travesuras!
Como le pasó al expresidente peruano Martín Vizcarra, nuestros faranduleros también han ‘pagado’ con sus chats comprometedores
El furor de ‘Mi bebito fiu fiu’, el tema viral del peruano Tito Silva, inspirado en lo que sería una historia de infidelidad de un político, es la sensación del momento en la farándula local.
El popular tema saca a la luz los ‘cachos’ de algunos bebitos fiu fiu de la farándula.
Aquellos infieles que por dárselas de ‘sabidos’ se quedaron sin pan ni pedazo, aunque también están los que pese a la culpabilidad se las dan de bravos para salir del mal paso.
Los comprometen
El reportero Mauricio Altamirano, conocido como el Cuy de la farándula, solo meses después cuenta que estaba viviendo una “relación prohibida”.
“En mi celular registré la huella dactilar de esta persona, porque se supone que en una relación debe haber confianza, pero se me durmió el diablo...”.
Mauricio añade que él es de los que archiva todo, desde conversaciones hasta fotos y videos.
“Además, tengo una aplicación de citas y resulta que en una de esas revisó mi celular, no pensé que me iba a descubrir, pero me reclamó, se enojó y me terminó”.
Los tóxicos nunca han faltado en la vida de Selena Meza. “Son unos inseguros. Una vez me quedé dormida y mi pareja aprovechó para revisar mi celular y se encontró con un chat medio comprometedor de un admirador”, la modelo ‘se la sacó’ bien bonito.
“Le dije: ‘¿Amor, qué te pasa? Es solo un chat, pero yo estoy contigo. Ya medio asustada le dije: ‘Bebé, tranquilízate”, y el asunto quedó solo en un enojo.
La tecnocumbiera y chica OnlyFans, Luisa Espinoza, es de las que se porta ‘buenita’ cuando está en pareja.
“Pero, yo sí encontré en el celular de mi pareja que se estaba chateando con una ex. Él estaba en el baño y se acordó del celular y salió a verlo, por eso no pude ver todo, me di cuenta de que se habían estado viendo”.
Pese a que le pidió que le dejara ver todo y que lo perdonaba, agrega que el ‘galán’, no quiso y ahí terminó todo.
El presentador Santiago Castro reconoce que siempre ha tenido conversaciones comprometedoras en su teléfono.
“Cuando me las pillan, yo he sido el que más bravo se ha puesto. La verdad, siempre me gusta tener el control de la situación. Me gusta hacer, pero no que me las hagan”.
Su mejor justificación, y con la que se lava las manos, es que a él le escriben y que otro sería el cantar si él lo hiciera.