A los 10 años, animó un programa de canto para niños, ‘Código Fama’. Desde entonces, le quedó el ‘bichito’ de incursionar más en esa rama, sobre todo porque su mamá, Marián Sabaté, es considerada la ‘Reina de la prensa rosa’ y se ha destacado en esa rama de la comunicación. Hoy, Bárbara Fernandes hace posible ese sueño al ser parte del espacio ‘Reinísimas’ en Manta.

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Actualmente trabaja con su mamá, pero aclara que es solo por dos meses, pues debe regresar a Panamá, donde vive con su novia desde hace varios meses. Sin embargo, decidió aceptar la invitación del programa para adquirir conocimientos y experiencia.

Confiesa que, extraña Panamá, pues allá aprovecha el tiempo para practicar deporte, arte y conectar con su lado espiritual, ya que estas actividades le brindan plenitud. No obstante, en el ámbito laboral, aún no ha tenido la oportunidad de participar en una obra.

“Existen ciertos proyectos artísticos que podrían realizarse próximamente, y eso me tiene muy feliz y emocionada. En el mundo actoral, he tenido muchísimas experiencias: empecé a actuar desde niña en televisión, tengo tantas vivencias y todavía creo que me faltan muchas cosas por hacer. Una de ellas sería aprender más sobre danza-teatro”, dice Fernandes.

Su aprendizaje

También planea formar parte de una obra musical, aunque admite que le ha tomado tiempo superar el miedo a cantar. “Debo confesar que, por muchos años, le tuve muchísimo miedo a cantar, pero ya estoy en proceso de aprender a transitar ese miedo. Antes de hacer teatro musical, me gustaría prepararme, porque el canto no es algo a lo que me he dedicado”.

Compartir pantalla con su mamá es una experiencia que no olvidará, especialmente por el consejo que le dio y que atesora en su corazón. “Me dijo que no me deje limitar por el miedo al qué dirán, que me divierta, que viva con libertad, pero con conciencia y haciéndome responsable de mis acciones. Que disfrute la vida y que recuerde que cada segundo es una oportunidad para volver a empezar si es necesario”.

Entre risas, revela que se le hace más complicado conducir un programa que actuar, pues aún hay miedos que debe dominar, así como aprender a confiar en la fuerza de su voz para comunicar.

“Creo que me genera más nervios. Me siento más confiada actuando, ya que tengo mucha experiencia y estudios en ese campo, lo que me ha ayudado. Pero siempre están esos nervios de emoción, los que me recuerdan que no puedo controlarlo todo y que debo confiar en que puedo hacerlo”.

Su relación con su mamá

Al consultarle sobre cómo es trabajar con su mamá en un mismo espacio respondió: "Es un sueño hecho realidad, desde muy chiquita aprendí muchísimo de ella en el campo de la comunicación de tantas maneras al verla presentar programas, al escucharla hablar de consejos sobre como expresarte con mayor fluidez frente a una cámara. De ella aprendí que mi voz tiene poder y que lo que tengo para decir es importante, poder aplicar muchas de las enseñanzas que aprendí al verla de cerca en sus procesos como comunicadora es un gran privilegio para mi y además amo la idea de que quede plasmado este momento de compartir madre e hija frente a una cámara, sin duda creo que es una de las experiencias mas bonitas que he tenido, aprender de mi gran maestra sobre eso que ella ama hacer y que además lo hace tan bien que es comunicar frente a una cámara". 

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