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Farándula

Jhajaira Urresta está casada con su mejor amigo. Lo conoció a los 16 años.Cortesía

Asambleístas huyen de los tóxicos

Los parlamentarios confiesan sus historias románticas por San Valentín. Jhajaira Urresta está felizmente casada con su mejor amigo y Rodrigo Fajardo anda solterito, por ahora.

La asambleísta Jhajaira Urresta se siente privilegiada en el amor. Desde hace siete años está casada con su mejor amigo, Jimmy Trujillo, y son padres de un niño. “Lo conocí cuando tenía 16, porque fui reina de la escuela militar Eloy Alfaro. Él era cadete de cuarto año y mi caballero”, narra.

Pese a que ahora la agenda legislativa le impide darse una ‘escapadita’ por San Valentín, la representante de la Alianza UNES no deja de lado la celebración a su pareja. “Le enviaré un arreglo de chocolates al trabajo”, adelanta.

Ella es experta en mantener viva la llama del amor, sobre todo ahora que siente que muchas relaciones son efímeras. “Se han vuelto como las cosas chinas. No duran. Pero insistirá, además de ser esposos, tenemos una amistad muy fuerte”, dice.

Urresta es la centrada del hogar y eso le sirvió, en algún momento, para ‘espantar’ a una exnovia tóxica que acosaba a su marido. “Era una compañera de trabajo de él. Al poco tiempo de casados, le llamaba y le llamaba. Me tocó portarme como esposa, hablar con ella y decirle que si lo seguía haciendo, pediría que le dieran el pase. Tenía que hacer respetar mi hogar”, describe.

Pero la parlamentaria tampoco se salvó de los amores intensos. Tuvo un novio durante la adolescencia que no permitía que tuviera amigos o que hablara con nadie. Incluso cuando Urresta fue candidata a Reina de Quito, en 2010, se apareció en la elección y se sentó junto al nuevo amor de la asambleísta. Afortunadamente, logró ‘salvarse’ de ese chico.

“Ahora soy muy feliz. Mi esposo es mi complemento. Es un gran padre y un buen hombre”, asegura.

El amor… de lejitos

Rodrigo Fajardo se alejó de los amores tóxicos. Se centró en las Leyes, los deportes y la música.Cortesía

Cupido no ha tocado la puerta del asambleísta Rodrigo Fajardo. Hace algunos años, el parlamentario de la Izquierda Democrática está solterito y, esta vez, festejará San Valentín junto a sus ‘panas’.

Aunque se confiesa un hombre romántico: de serenata y rosas, odia las relaciones tóxicas que alejan el amor. “Decidí priorizar la salud mental y quererme primero a mí, después cualquier cosa”, asegura.

Con sus ex, no había tiempo para amigos o pasatiempos. La música, la moto y la bicicleta quedaron en el pasado. “Yo era medio mandarina. Luego me di cuenta de que todo era muy controlado, pero yo tenía una vida antes de ellas y era feliz. No quería que me cortaran todo”, relata.

Fajardo dedica el poco tiempo libre que le deja la Asamblea al estudio. “Acabé tres maestrías (Derecho Civil, Laboral y Penal) y estoy haciendo un doctorado en Derecho Constitucional”, menciona. Así que su amorcito, por el momento, son las Leyes.

Y, aunque el legislador no le ‘hace el feo’ a las relaciones de pareja, cuenta que por el momento no se ‘muere’ por estar enamorado. “Yo creo que el amor no se busca. Nace y se construye”, detalla.

"Para mí, el plan de San Valentín es de un día entero. Soy de los que le gusta hablar al oído, no tanto de chocolates", John Vinueza.