La presentadora e instructora deportiva Andreína Díaz define como un “nuevo recomenzar” el momento actual que vive, conduciendo el programa Vital Fitness y haciendo un alto en el amor, luego de la relación que vivió con Toño Abril.

La venezolana confiesa a EXTRA cómo pasó de ser una emigrante a tener un espacio en la pantalla...

“Llegué a Ecuador hace 5 años, por vía terrestre, huyendo de la golpeada economía de mi país. Tuve temor de estar en un sitio que era desconocido para mí, pero siempre tuve claras mis metas. Hasta mis familiares me decían que sería imposible”, explica la presentadora.

Al llegar a Guayaquil trabajó como instructora en un gimnasio al sur de la ciudad. Durante un año realizó esa actividad, pero todo cambió cuando acudió a un casting en RTS.

“Allí comenzó mi sueño de llegar a la televisión. Participé en un reality del programa Vamos con Todo, y de ahí pasé a TC, al programa Trasnochados, con Francisco Pinoargotti. Y ahora en VitoTvo con Vital Fitness”. Andreína reconoce que llegar a la televisión no ha sido fácil. “No lo he obtenido de la noche a la mañana”.

“Tengo una licenciatura en Administración de Empresas, pero esa carrera fue elegida por mis padres. Siempre amé la televisión y el deporte. Me ha costado mucho, pero estoy feliz con mi programa Vital Fitness, donde promuevo el estilo de vida sano y enseño rutinas de ejercicios para una buena salud física”, agrega la deportista.

Su corazoncito

En junio, luego de volver de un viaje a México, Andreína terminó su relación con el ex chico reality Toño Abril, decepcionada porque en una entrevista expresó que estaba solo, sin un amor, cuando en realidad la tenía a ella. A partir de entonces dice que se mantiene en una etapa de “luto” y disfruta de estar sola.

“La vida me enseñó que las personas siempre fallan. Me enseñó a caer y a levantarme. De corazón, siempre deseo lo mejor a las personas que entran o salen de mi vida. Estoy soltera y abierta al amor... en el futuro”, añade.

Pese a tener un cuerpo bien cuidado y una excelente figura, aclara que no se fija en el físico de un hombre. “Prefiero calidad humana antes que físico. Me gusta el hombre emprendedor, que me ayude a crecer. Con calidad como ser humano y que sea fiel, algo muy difícil de encontrar”, finaliza.