La inesperada notoriedad tiene abrumado a Alonso Lara, el operador de sonido a quien el comunicador Carlos Vera le dijo de todo, menos bonito, y por lo que fue tendencia en Twitter.

Alonso Agustín Lara Macías es guayaquileño, tiene 33 años y trabaja en las radios Élite y La Otra, en esta última desde hace diez años.

“Nunca busqué llamar la atención de esa manera. Soy una persona tranquila que no tiene problemas en los dos medios donde trabajo. Empecé en esta actividad a los 12 años”, declara a EXTRA.

No respondió

Lara se define como una persona responsable y desmiente que haya estado distraído en el programa ‘Vera a su manera’, por lo que se habría dado el insulto que posteriormente lo llevó a renunciar.

“Todo funcionaba bien, no sé realmente qué sucedió, luego pasó lo que todos ya saben, pero no respondí, solo sentí una ganas de llorar que ni se imaginan. Ya en el carro pude desahogarme y lloré como varón”.

Mejor se fue

Alonso -añade- que dos semanas antes del incidente había informado que no podía seguir laborando por asuntos del horario. “Como era una hora, jueves y domingo, acepté, pero luego había que grabar los viernes y me afectaba en mis otros trabajos”.

En cuanto a Vera, indica que no era su jefe, sino el dueño del medio que lo contrató.

“No guardo ningún resentimiento, no tengo esa malicia, aunque él es muy temperamental y no tiene paciencia. Una vez me dijo que ubique un libro para que la cámara lo enfoque, no le gustó y me dijo ch... de...”.

Alonso quiere dejar claro que experiencia no le falta, ya que empezó como Dj y sonidista desde los 12 años en una sala de eventos de propiedad de su papá.

“Quiero estudiar ingeniería de sonido, pero la carrera solo hay en Quito y sin la modalidad a distancia. Otras opciones son Chile y Argentina, pero empezaría de cero en el trabajo”.

Mientras tanto, sigue recibiendo el apoyo de su familia y amigos. “Todo esto me sorprendió e incluso llegué a sentir nervios. No es cierto que Carlos Vera se disculpó, pero no soy de demandas ni problemas, por eso mejor me fui en silencio”.

Carlos Vera: “Ya basta de tolerar ineptos”

EXPRESIONES conversó con Carlos Vera con referencia a su comportamiento. “Ahí mismo me disculpé y dije que a estas alturas de mi vida, 67 años, al no estar en un canal convencional, gracias a Dios, puedo decir lo que siento. Tres veces seguidas el mismo error no solo es para putear, sino para sacarlo ipso facto. Ya lo había reprendido y observado varias veces antes. Pedí que lo cambien y el director de cámaras me convenció de darle otra oportunidad. Quienes piensan que eso desmerece todo lo que hago y desvaloriza el programa, que vean otro nomás. Hay mayores y mejores, sinceramente. Si me reprimo, me enfermo. Ya basta de tolerar ineptos, más aún en mi equipo. Yo sé que quienes están de acuerdo conmigo nunca lo dirán públicamente”.

“Alonso, despiértate... Ya basta de hue... en el programa. Si me ponen a mí, me tienen que abrir el audio a mí. ¡Qué carajo se creen ustedes! Vengo a trabajar el fin de semana para que la cag.... No me j.... Debo hablar así, disculpen, señores. Por eso ya no estoy en la televisión convencional, gracias a Dios” fueron sus palabras. 

Carlos Zúñiga, experto en estrategias digitales: "Ya es común ver sus exabruptos"

Carlos Zúñiga Aguilera, experto en estrategias digitales, da su opinión al respecto. “Todos cometemos errores, pero debemos tratar con el tiempo de ir depurando nuestro comportamiento que por los años que se nos van sumando se vuelve más irritable en algunos casos”.

En el caso de Carlos Vera comenta que ya es común verlo en estos exabruptos que llenan de ofensas a sus propios colaboradores. “Lamentablemente para él, el Ecuador entero pudo constatar nuevamente su mal comportamiento que no solo es una ofensa, sino que podría ser catalogada como una injuria porque atenta contra la dignidad en público”.

Zúñiga expresa su apoyo y solidaridad al sonidista, “Y para todo aquel que por necesidad tiene que aguantar a ‘jefes’ así. Vivimos una violencia desencadenada en nuestro país y no solo se mata con balas, con palabras también. Veamos a nuestros empleados y jefes como seres humanos”.