El padecimiento de la actriz Amparo Guillén, quien pese a su larga trayectoria se encuentra enferma y sin trabajo, develó la realidad y el abandono que viven los artistas en el país.

La recordada Lupita de la serie ‘Mis adorables entenados’ tuvo la entereza de hablar de la desprotección de su gremio y de su difícil situación, ya que padece diabetes 2. Esto provocó que varios de sus colegas se animen a contar la dura situación que atraviesan.

Todos coinciden en que la falta de trabajo es el mayor problema, situación que se agudizó con la llegada de la pandemia. Algunos han tenido que reinventarse; otros definitivamente cambiaron de rumbo en busca de mejores días; pero la peor parte la llevan quienes viven exclusivamente del arte y ya no son tan jóvenes.

UN ‘DESTAPE’ A LA REALIDAD

Ante esta realidad, EXTRA recopila algunos de los casos de actores que buscan el pan para sus mesas de diversas maneras. También se obtuvo la versión de Hilda Murillo, cantante y presidenta de la Asociación de Artistas Profesionales del Guayas, quien asegura haber insistido en respetar los derechos de los artistas, recibiendo ayuda hasta el Gobierno del economista Rafael Correa.

Hilda manifiesta que la asociación solamente atiende los casos de quienes están afiliados. Hasta el momento constan en la nómina mil artistas.

“Estoy tratando de comunicarme con la ministra de Cultura (María Elena Machuca) para hablar sobre este tema. A raíz de la pandemia estamos impedidos de trabajar y todos buscamos la forma de sobrevivir”, comenta preocupada Hilda.

Para ella es fundamental que los canales de televisión den explicaciones de por qué solamente transmiten ‘enlatados’ y producciones de otros países.

“Ellos no quieren invertir y buscan sacar 10 veces la ganancia de una novela extranjera. Deberían dar motivos reales de por qué no invertir. También deben explicar por qué no pagan las regalías de las grandes producciones que aún son transmitidas; aunque claro, eso dependerá del contrato que firmaron los actores en ese tiempo”, enfatiza.

Hilda está desesperada porque las voces de quienes defienden la cultura no son escuchadas. Ella vivió en ‘carne propia’ lo que es no tener dinero para solventar una crisis, pues su madre, la también cantante Fresia Saavedra, padeció de COVID-19 y para salvarla tuvo que prestar 7.000 dólares al Seguro Social y solventar el tratamiento.

La mayoría de sus consultas médicas las atienden amigos doctores, quienes no le cobran, para ayudarla de esa forma.

“No quiero hablar como la presidenta de la asociación porque no está activa por falta de dinero. Quiero expresarme como cantante que necesita ese amparo. Los artistas también tienen cierta culpa porque no quieren afiliarse”, argumenta Murillo.

Recalca que para ser escuchados necesitan unirse y lo primordial es afiliarse y constar en una lista. “Una tiene que rogarles para que se afilien. No es solo pedir ayuda, sino también colaborar y ayudarse todos mutuamente”, finaliza.

Por otra parte, Marjorie Cevallos, actual relacionista pública de TC, respondió que como canal, pagan a Sayce (Sociedad General de Autores y Compositores Ecuatorianos) y otras sociedades de gestión colectiva. Incluso se encuentran en negociaciones con ellos, para llegar a un acuerdo de tarifas.

“Lamentamos muchísimo lo que está atravesando Amparo Guillén y con TC buscaremos un camino para ayudarla”, promete. 

Sofía Caiche 

La falta de ‘camello’ por la ausencia de producciones nacionales también ha tocado la ‘puerta’ de la vida de la actriz Sofía Caiche, quien asegura haber sentido el olvido de instituciones y organismos que amparan a los artistas y más aún en la época de la pandemia, pues las presentaciones y eventos masivos se realizan con aforo limitado, acortando los ingresos económicos.

“Tuve que reinventarme. Realizo activaciones de marcas, trabajo con mis redes sociales. No hago canjes, ya que esto también es mi ingreso. Gracias a Dios estoy trabajando en la radio y en dos programas (mañana y tarde). No se gana como en TV con los dramatizados, pero hay que buscar la manera. Una no puede echarse al dolor, no puede causar lástima”, dice Sofía a este Diario.

Admite que ha vivido momentos duros con su esposo, pues deben buscar la forma de obtener otros ingresos para sacar a flote su hogar.

“Han existido días en que no hemos tenido ni para la gasolina del carro (nadie se enteró), pero ahí vamos. Mientras no falte el pan en la mesa, estamos tranquilos. Habría sido perfecto que exista una ley de amparo para todos los actores, o por lo menos oportunidades laborales”.

No está de acuerdo con que regalen dinero. Por eso pide que las organizaciones y empresas privadas den más trabajo, para así solventar los gastos básicos de quienes aman la cultura y el arte. 

Fernando Villao

Para el actor Fernando Villao, más conocido como el Guardia Piguavé, la situación que atraviesa su colega Amparo Guillén es la misma que viven muchos actores a nivel nacional, ya que se no ejecuta una política que ampare a los artistas.

“La situación que vivimos es difícil porque no existe un organismo que nos proteja y exija nuestros derechos. Nos han utilizado y solo cuando son las elecciones políticas se acuerdan de nosotros, se inventan proyectos que quedan en la nada. Conozco amigos pintores que tienen amputadas sus piernas y actores enfermos que se han quedado sin nada”, dice.

Explica que hay artistas muy reconocidos, de los que se piensa tienen carros y casas, cuando la realidad es otra.

“No todos lo que salen en TV y en el teatro tienen una buena situación económica. Los que nos dedicamos a esta parte del entretenimiento es más por una pasión y por profesión. Cada vez se acortan más las posibilidades para nosotros y los canales se aprovechan de nuestra imagen, la explotan y después no pagan las regalías”, detalla.

A sus 30 años de profesión ya no espera nada de nadie, sus esperanzas desaparecieron. Entendió que la autogestión es la única vía.

“Nos ven en televisión, pero a veces tenemos arroz con huevo en la mesa (....) No he recibido un dólar de nadie, viví una situación económica difícil. Debemos tener dignidad y ya no esperar nada del Gobierno para no sufrir una decepción más”, finaliza. 

Alberto Cajamarca

El actor Alberto Cajamarca no tiene temor de expresar su indignación por la lamentable situación en que viven los actores, ya que desde hace algunos años decidió no seguir viviendo del arte.

“Los compañeros ninguno va a querer hablar por miedo a que los canales no los vuelvan a llamar. Gracias a Dios tengo mi empresa de eventos, pero me duele e incomoda ver lo que sucede”, indica.

Cajamarca explica que hace 10 años hubo un corto tiempo en el que se hizo respetar la ley, los actores fueron afiliados al IESS y gozaron de algunos beneficios.

“17 años cobré con factura y solo 3 años con los beneficios de ley. Luego vino el gobierno de Lenín Moreno y todo lo que se había avanzado en los derechos de los trabajadores del arte, retrocedió”. Añade que la ley existe, pero los controles para ver que se cumpla no los hay.

“El problema de Amparo Guillén no es el único. Azucena Mora está con una enfermedad catastrófica grave, mi tío Walter Cajamarca (Mamerto) vive en un cuartito en Durán, solo y abandonado”.

Añade que en otros países los actores cobran sus regalías por las reproducciones que hacen los canales de las producciones en las que han trabajado, menos en el Ecuador.

“Nos miran como un objeto de propiedad de los canales y no como los seres humanos que somos. Ellos reproducen nuestro trabajo y ganan por ello, pero el actor no recibe nada”.

Cajamarca hace un llamado al Gobierno, al Ministerio de Cultura, para que se realicen reformas y se haga cumplir la ley existente.

“Deberíamos ser tomados en cuenta y esto no es mendicidad. Que se abra el debate y que la gente opine, que se multiplique esta inquietud para que llegue a oídos del Gobierno”, finaliza el actor de Solteros sin compromiso.