Nadia Molina tuvo que volver a guardar sus guantes y pupos. La portera y sus compañeras de Barcelona se quedaron ‘vestidas y alborotadas’, ya que se alistaban para iniciar la Superliga Femenina, pero su inauguración fue postergada para el próximo 17 de abril.

La primera jornada del campeonato nacional de fútbol debía disputarse mañana sábado 3 de abril. Sin embargo, a causa del repunte de contagios de COVID-19 en Ecuador y tras un análisis en conjunto de los clubes, asociaciones provinciales y la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), se tomó esta decisión. Buscan resguardar la salud de las jugadoras.

“Estaba con ganas de que ya empiece el torneo y esta noticia nos cambió todos los planes, pero obviamente hay que acatar las reglas por el tema de la pandemia. Estábamos terminando el entrenamiento (del miércoles pasado) cuando nos avisaron de la postergación del inicio del torneo”, manifestó Molina.

Aunque la guardameta del Ídolo comentó que con sus compañeras no entienden por qué el torneo femenino se tiene que aplazar y el masculino se sigue disputando. Molina considera que la Ecuafútbol debería tomar las mismas medidas con ellas.

“Es un poco difícil entender estas decisiones. ¿Cómo así el torneo masculino sigue en pie y el de mujeres no? Nosotras también cumplimos las medidas de bioseguridad, pero bueno, son cosas que se nos salen de las manos”, cuestionó la guayaquileña.

Finalmente, Nadia dijo que sacarán provecho al aplazamiento del inicio del torneo para trabajar en jugadas de balón parado, afinar la idea de juego y, en su caso, seguir ‘peleando’ por la titularidad en el arco canario.

“Son dos semanas que ganamos. Seguiremos fortaleciendo el grupo, porque nuestra meta es salir campeonas este año y así también poder ir por el trofeo de la Copa Libertadores”, agregó.