La gran final de la Superliga femenina, entre Dragonas Independiente del Valle y Barcelona se disputó el domingo 10 de septiembre en el estadio Banco Guayaquil, con la presencia de cerca de diez mil aficionados.

Tras el empate sin goles en Guayaquil, las locales partían como favoritas y salieron con un planteamiento ofensivo ante unas rivales que se defendía con orden controlando a Ámbar Torres, la generadora del juego de Dragonas, y a la goleadora Karen Páez.

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El buen planteamiento de la estratega Wendy Villón le permitía apelar a los contragolpes liderados por Madelen Riera que fue uno de los pilares de las visitantes. La delantera tuvo su primera oportunidad a los 30 minutos, pero su remate fue desviado por la arquera Andrea Vera.

Pero Riera tuvo su revancha siete minutos después cuando aprovechó un preciso pase de Inés Jhonson para superar en velocidad a la zagueras locales y con un remate cruzado abrir el marcador.

El tanto causó desesperación en el equipo dirigido por Francisco Ramírez, que no encontraba los caminos para llegar al arco amarillo.

En el segundo tiempo se mantuvo la tónica de Dragonas buscando con desorden el empate que les permita llegar a la definición por penales, y a Barcelona cómodo en la cancha buscando con pases largos a Riera.

La goleadora histórica del fútbol femenino ecuatoriano terminó de dar forma a su gran actuación con el doblete, a los 83 minutos, que desató la fiesta de los más de 500 hinchas que con cánticos se hicieron sentir en el estadio. Madelen, además, se quedaba con el título de máxima romperredes del torneo con 27 tantos.

La fiesta amarilla se completó en los adicionales cuando Luisa Espinoza, nuevamente por velocidad, quedó sola ante la golera Vera y selló la goleada para dar la primera estrella de la Superliga femenina a Barcelona.

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