Un sufrido empate ante Chile y una ‘ayudita’ de Brasil, que goleó por 3-0 a Uruguay, le permitieron a la Tricolor clasificar a la fase final del Sudamericano sub-17. El combinado nacional fue de más a menos y accedió al hexagonal, que se disputará desde el martes 11 de abril en Quito, al ser tercero en el grupo A.

El seleccionador Diego Martínez valoró el acceso a la siguiente ronda en una llave que calificó de “muy pareja y competitiva”. “Estamos contentos por la clasificación que fue muy difícil. Tenemos que ajustar detalles para el hexagonal que es un reto que nos motiva mucho”, comentó el entrenador.

Detalló que los constantes cambios en las formaciones de la Tri se dieron por las características de los rivales y con el objetivo de manejar el ritmo del partido.

“Los chicos que entran pueden aportar y crecer, y eso es muy importante. Creo que ante Chile mostramos una mejor versión en cuanto a la posesión de balón, lo que nos falta es ser más ganadores de los duelos en las dos áreas”, manifestó Martínez.

El estratega no podrá contar para el inicio de la fase final con Kendry Páez, quien salió expulsado ante los araucanos. Como opciones para reemplazar a la ‘joya’ tricolor, señaló, tiene a Keny Arroyo, Adrián de Jesús y Michael Bermúdez, quien marcó el tanto del empate ante La Roja.

APROVECHAR LA ALTURA

El arquero Cristhian Loor, quien se ha convertido en una de las figuras de la Tri, resaltó que están felices por la clasificación que “es el primer paso” en busca del Mundial.

Sobre el hecho de jugar en los 2.800 metros de altura de la capital, analizó que “la preparación inicial que tuvimos en la altura nos puede dar una ventaja, pero hay que demostrarlo en la cancha”.

La Tri medirá a Brasil, Chile, Argentina, Paraguay y Venezuela en busca de los cuatro cupos a la Copa del Mundo que se disputará en noviembre, en sede por definir.