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Los Arroyo Espinoza, un amor que comenzó cuando Dixon estaba en Emelec. Ahora la camiseta del Inter Miami los une más.Jerson Ruiz

Los papás de Dixon Arroyo revelan detalles del impacto de Messi en su vida

Dixon Arroyo y Sandra Espinoza son los padres de Dixon hijo, que ahora juega con Lionel Messi

Los colores rosado y negro invaden la casa de los Arroyo Espinoza. Aquí el Inter Miami y la palabra Messi están todos los días presentes, debido a que Dixon Arroyo juega ahora con Lio.

Lo que vive esta familia ha sido de triple impacto: primero, el hecho de dejar Guayaquil e irse a Miami; segundo, que su hijo juegue con el número 1 del fútbol, Messi, y finalmente lo que ahora todo el mundo destaca, el festejo de la Leagues Cup en el que Dixon hizo flamear la bandera de Ecuador.

Sandra Espinoza, la mamá, luce una de las camisetas del Inter Miami con el número 3; Dixon papá tiene la altera, y más allá está la de Lionel Messi con el 10. Lo que más existe aquí son camisetas, desde la 16 que usó en el Deportivo Quito, la de Liga de Loja, la del Independiente del Valle y la de Emelec.

FELICES DE VERLO JUNTO A MESSI

La madre del futbolista ecuatoriano es la que más disfruta de todo lo que rodea a su hijo. “Es un orgullo que mi muchacho esté jugando con uno de los mejores del mundo”, afirma con alegría.

Y enseguida lanza una confesión de esas que salen del corazón: “Mis oraciones han sido respondidas y no imaginé que serían tan grandes las bendiciones”.

Dixon papá, quien fue jugador de fútbol en la misma posición, comenta que “es una locura lo que vivimos”, pues “nunca esperé que le llegue a mi hijo esta oportunidad”, al tiempo que reconoce que, en cuanto a juego, “Dixon (el hijo) es más técnico, yo era más agresivo que él”.

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NERVIOS DE PADRES

El hecho de ver a su muchacho junto a Messi, Dixon no lo cree todavía, es una alegría que no sabe cómo explicarla. Por ahora tiene tres camisetas del Inter Miami: dos con el nombre de su hijo y una de Lionel Messi.

Pero tenerlo lejos no ha impedido que lo sigan en cada jornada en que a su equipo, el Inter Miami, le toca jugar. La madre de Dixon confiesa que tienen dos formas de ver el encuentro. “Dixon (papá) es demasiado nervioso y le gusta verlo de manera callada, que nadie haga bulla. Pero yo soy lo contrario, son 90 minutos de nervios en casa pidiéndole a Dios que no le pasa nada a mi muchacho”.

La familia con las camisetas que usó Dixon hijo: Arroyo papá con la de Independiente del Valle, María Daniela Villafuerte (prima) con la de Liga de Loja y Sandra con la de Emelec.Jerson Ruiz

Y es que confiesa que los nervios se apoderan de ella a la hora del juego, pues “uno como madre sufre mucho, pero también se disfruta, me gusta gritar y vivir el partido como si estuviera en el estadio”.

A fin de cuentas, ella es la base de que Dixon lleve una vida tranquila y hasta de perfil bajo. Dice que una de las cosas que más le hace falta ahora que su hijo está en Miami es que cuando vivía en Guayaquil todos los días le daba una vuelta. “Puedo decir que me hace falta, era una costumbre que Dixon venga a verme”.

LA DISCIPLINA

Dixon siempre ha sido un jugador tranquilo y en esto tienen mucho que ver sus padres. “En mi hogar valió el ‘no llegues tan tarde’. Viví el ser jugador y siempre el tema de la disciplina se cumplía en casa, él salía y su mamá estaba pendiente al máximo; él quería ser jugador y se lo encaminó para que sea así”, dice el progenitor, quien tiene el espejo de muchos jugadores que tenían cualidades, pero por la falta de disciplina no lograron su objetivo.

Para su madre, la disciplina es primordial: “Somos madre e hijo, pero también amigos, y siempre quiero lo mejor para él se lo tuvo que cuidar para que lleve su carrera por el buen camino, es un excelente hijo”.

Y lo que vive actualmente es un regalo de Dios. Todo lo que ha logrado su retoño es el esfuerzo y sacrificio que se hizo por él cuando quería ser jugador desde los 7 años.

¡QUÉ HUMILDAD!

Hablar de Messi donde los Arroyo se ha hecho familiar, algo que ni en sueños imaginaron. Dixon papá dice que la llegada de Lionel al club Inter Miami ha sido estupenda, porque el fútbol de su hijo ha subido de nivel y hasta tiene el presentimiento de que lo podrían llamar a la Tricolor.

Mientras que doña Sandra comenta que lo que más destaca su hijo del argentino es su humildad, el trato que tiene con los demás jugadores es único y de eso también aprende Dixon.

Arroyo señala que a los hijos que quieren ser jugadores hay que inculcarles mucha disciplina y respeto a la profesión.

Dixon, Messi y Busquets mueven al equipo de Inter Miami.CORTESÍA

SU AMOR

¿Y cómo se conocieron los Arroyo Espinoza? Dixon indica que ella lo “secuestró”, pero Sandra cuenta la versión oficial. Dixon jugaba en Emelec y “él me secuestró, ya que no me dejaban salir”.

Sandra asegura que su vida gira en el fútbol: su esposo fue jugador, su hijo comparte equipo con el número uno del mundo y sus hijas están casadas con futbolistas.

En la casa de los Arroyo el fútbol es la máxima expresión de amor, pero a Dios se le ocurrió la mejor jugada para ellos: ponerle a Dixon a que ‘robe’ pelotas para dárselas a Messi. Así de ‘bacán’ es la vida.

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