Con el marcador en contra, ya que estaban 2-0 abajo, y con un jugador menos, parecía imposible que Barcelona remonte el partido a El Nacional en 45 minutos y pudiera mantener sus opciones para ser campeón del torneo ecuatoriano de la temporada 1997. Pero Nicolás Asencio demostró que no era imposible esa misión.

La noche previa a la que el Ídolo del Astillero ganó 3-2 al Nacho, en condición de visita en el estadio Olímpico Atahualpa, por la penúltima fecha del hexagonal final del campeonato, el 21 de enero de 1998, el director técnico de los amarillos, Rubén Darío Insúa, le dijo a Asencio que se quedaría en la banca de suplentes y entraría para “sentenciar el partido”.

“Insúa me dijo que sería suplente porque creía que entraría a cambiar el partido. Nunca pedía explicaciones y solo acaté su orden. Obviamente estaba enojado porque ese fue mi mejor año con el club, terminé como goleador del equipo con diecinueve tantos. Para Barcelona nunca ha sido fácil y ese partido lo ganamos con actitud”, dijo Nicolás Asencio en entrevista con EXTRA.

En el primer tiempo, El Nacional se adelantó con 2 goles de Kléber Chalá y Diego Herrera. Barcelona estaba obligado a ganar si quería mantenerse como líder de la tabla de posiciones, pero el panorama no era bueno porque salió expulsado Antony de Ávila. Sin embargo, la velocidad y buen físico de Carro Loco ayudaron a remontar el compromiso.

Marco Etcheverry anotó el descuento después de driblar a los defensas rivales. Luego Asencio conectó un rebote que dejó el arquero Johvani Ibarra. Y finalmente Agustín Delgado sentenció el marcador tras recibir una asistencia de Carro Loco.

“Cuando me llamó para ingresar me dijo que era la hora de cambiar el partido. Por dentro pensaba que estaba ‘loco’ el profe porque ya íbamos perdiendo, pero cuando marcamos el descuento nos dimos cuenta que podíamos ganar. Como todos estábamos en buen momento ni sentimos que teníamos un jugador menos”, recordó entre risas.

Tiempo para celebrar no tuvieron los jugadores de Barcelona, debido a que 4 días después del triunfo con El Nacional, el domingo 25 de enero de 1998, recibían a Deportivo Quito. Los amarillos ganaron 3-0 el compromiso y terminaron levantando su título número 13 en el balompié nacional.

“Insúa siempre ha sido una persona fría, por eso solo me dio un abrazo cuando ganamos a El Nacional. Todos estábamos felices, pero nos tocó regresar enseguida a concentrar para el partido contra Deportivo Quito. Así como ganamos en 1997, este domingo (hoy) Barcelona también lo puede lograr. El partido está abierto y con actitud lo deben encarar”, finalizó.