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Érika Vásquez se inició a los 12 años en Rocafuerte, es volante o delantera.Amelia Andrade

La mundialista Érika Vásquez: “Quiero operarme... nací para jugar”

Un problema de meniscos en su pierna derecha la tiene fuera de las canchas desde hace 2 años. No sabe qué hacer.
Es madre de la pequeña Norely.

En la pared están las fotos del Mundial de Canadá 2015. Son testigo mudo e imborrable de cuando llegó a lo más alto en el fútbol. De seguro, pocas chicas tienen una de esas gráficas en la sala de su casa. Es Érika Vásquez, la mundialista ecuatoriana, jugadora y madre de Norely, una preciosa nena de 8 años.

Viste una pantaloneta de El Nacional, mientras cocina en una olla pequeña seis papitas. Habita en uno de los edificios de Socio Vivienda 2, al norte de Guayaquil, la ‘frontera’ de la ciudad, donde ‘termina’ la Perla del Pacífico.

Érika fue campeona nacional con el Deportivo Cuenca en el 2019, pero una rotura de meniscos en su pierna derecha la tiene hoy alejada de las canchas. En realidad está así desde hace dos años.

“Hay días en que no puedo mantenerme de pie”, le cuenta a EXTRA. No tiene dinero para operarse y, además, todavía no cobra el premio por ser campeona.

Vásquez la mundialista y su hija NorelyAmelia Andrade

¿Qué le pasó en su pierna?

Es una lesión de hace dos años que no me permite hacer lo que tanto me gusta, jugar.

El dolor debe ser tremendo.

A veces necesito de una rodillera para tratar de aplacar el dolor, pero este es muy fuerte. Incluso me duele cuando estoy mucho tiempo parada y a veces me impide caminar. Tengo que operarme.

¿Tiene idea del valor de la operación que requiere?

No sé de precios.Sé que cuesta mucho, pero no tengo dinero para operarme. A veces hasta el frío que hace en Guayaquil me afecta y me hace doler.

Hasta ahora no ha cobrado el premio del 2019 cuando fue campeona con el D. Cuenca.

¿Y en estos dos años qué ha hecho?

Estar con mi hija Norely. Además, ayudar a veces a mi madre que tiene un comedor, soy mesera.

Durísimo dejar de jugar por el dolor de la pierna.

Es duro, pero trato de sobrevivir como se pueda.

Tiene 28 años y la carrera está entera, ¿quiere seguir?

Seguro que puedo jugar muchos años más, tengo las ganas de hacerlo, nací para esto. Extraño estar en los entrenamientos y en la cancha jugando. No es que ganaba mucho dinero, pero sacaba adelante a mi hija y a mi familia.

Dejó de ganar un sueldo como jugadora y ahora no hay nada.

No era el megasueldo, sino 500 a 600 dólares que ahora me hacen falta por mis necesidades.

¿Qué piensa hacer?

Debo buscar un trabajo. La idea es no quedarme estancada. Necesito ingresos para los gastos de mi hija y ayudar a mi madre.

Érika Vásquez cuando jugaba por la Tricolor.Archivo

Para alguien que ha estado en un Mundial de Fútbol debe ser horrible solo ver jugar.

Es frustrante verme así, me da desesperación, no sé qué hacer. Mi sueño es seguir jugando, es lo único que deseo. Pero no tengo los recursos para operarme. Espero que alguien que lea el EXTRA me dé la mano.

¿Es cierto que todavía no cobra el premio de campeón con Deportivo Cuenca del 2019?

Es la verdad. Llegamos a un acuerdo, son más de 900 dólares y prometieron pagarlos en 9 letras, pero hasta ahora nada.

La fe está presente para salir de todo esto.

Eso nunca se pierde, pero a ratos la desesperación me invade, pero hay que seguir.

Le nombro Canadá 2015, ¿qué se le viene a la cabeza?

Gracias por recordar ese Mundial, es algo lindo que me pasó en mi vida deportiva. Es una etapa mágica.

¿Qué dice su mami?

Ella sabe que esto es muy duro para mí, pero siempre me alienta.

¿Y con las compañeras sigue en contacto?

Con algunas nos llamamos. En el fútbol, cuando estás bien todos aparecen, pero cuando uno está lesionado enseguida te olvidan, así es esta carrera. Espero que alguien me apoye en mi recuperación para volver a las canchas.