Desesperada, agobiada por no tener noticias del paradero de su hijo Diego Alexander Nieto, vive desde el pasado 28 de marzo de 2025 Adilia Torres, habitante de Bastión Popular, al norte de la ciudad de Guayaquil.

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La señora contó que la última vez que supo de su vástago fue en la mañana del mencionado día, cuando se comunicó por mensajes de texto para confirmar a su familia que estaba regresando luego de pasar la noche en casa de su novia.

“Como a eso de las 10:00 avisó que venía desde Las Cumbres, en Monte Sinaí (noroeste de la ciudad), pero pasaban las horas y no llegaba, y cuando intentamos llamarlo el teléfono ya estaba apagado”, relató la desesperada mujer.

Añadió que luego se comunicaron con la enamorada y esta les confirmó que efectivamente había estado en su domicilio el viernes, pero que el sábado en la mañana se fue y desde entonces tampoco sabía nada de él.

¿Qué averiguaciones se han hecho sobre la desaparición de Diego Nieto?

“Llevaba menos de un mes saliendo con esa chica, no la conozco ni sé donde vive. Desde que desapareció no ha hecho ningún intento por tener noticias de su paradero”, señaló doña Adilia, quien agregó que su hijo es un muchacho tranquilo, que no tenía problemas con nadie ni antecedentes criminales.

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El domingo 30 de marzo, tras dos días de ausencia, finalmente se acercó a la Fiscalía a denunciar la desaparición, pero que desde ese día nada habían hecho para dar con el paradero del joven de 28 años de edad, reclamó.

“Conocidos nos dijeron que dizque lo habían visto en un carro comprando encebollado en Mucho Lote 1, hemos pedido que revisen las cámaras de seguridad, pero no lo han hecho; solicitamos que envíen patrullas a averiguar a Las Cumbre, pero los policías dicen que en ese sector no pueden entrar; en la Fiscalía nos dijeron que teníamos que ser pacientes porque no es el único caso (de desaparición) que tienen, pero una como madre no puede quedarse de brazos cruzados. Estoy desesperada, ya sea vivo o muerto, pero necesito saber el paradero de mi hijo”, concluyó al borde del llanto.

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